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Detener el matrimonio infantil es clave para frenar los mortales embarazos adolescentes

África Central y Occidental registran una de las tasas más altas de embarazo adolescente.
© UNICEF/Frank Dejongh
África Central y Occidental registran una de las tasas más altas de embarazo adolescente.
La principal causa de muerte entre niñas de 15 a 19 años son los embarazos prematuros, que se podrían evitar permitiéndoles permanecer en la escuela y poniendo fin al matrimonio infantil. Nueve de cada diez alumbramientos de adolescentes se producen entre chicas que se casaron antes de cumplir los 18 años, según la agencia sanitaria de la ONU.

Los embarazos en la adolescencia siguen siendo la principal causa de muerte entre las niñas de 15 a 19 años, algo que los países podrían ayudar a evitar permitiéndoles permanecer en la escuela y poniendo fin al matrimonio infantil, afirmó este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cada año, más de 21 millones de adolescentes en países de renta baja y media se quedan embarazadas. Aproximadamente la mitad de estos embarazos no son deseados. Nueve de cada diez alumbramientos de adolescentes se producen entre chicas que se casaron antes de cumplir los 18 años.

“Los embarazos a temprana edad pueden tener graves consecuencias físicas y psicológicas para las niñas y las jóvenes”, dijo la doctora Pascale Allotey, directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS. “Suelen reflejar desigualdades fundamentales que afectan a su capacidad para moldear sus relaciones y sus vidas”.

Demasiado joven para dar a luz

El embarazo en la adolescencia conlleva graves riesgos para la salud. Entre ellos, un mayor índice de infecciones, complicaciones y partos prematuros. También interrumpe la educación y limita las oportunidades de trabajo en el futuro; muchas madres jóvenes acaban atrapadas en la pobreza.

Para ayudar a prevenir el embarazo adolescente, la OMS pide a los gobiernos que ofrezcan mejores alternativas al matrimonio infantil. Por ejemplo, mejorando el acceso a la educación, los servicios financieros y el empleo.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), si todas las niñas terminaran la enseñanza secundaria, el matrimonio infantil podría reducirse hasta en dos tercios.

Infancia robada

Se han producido avances a escala mundial. En 2021, una de cada 25 niñas dio a luz antes de los 20 años. Veinte años antes, la tasa era de una de cada 15.

Sin embargo, sigue habiendo grandes diferencias; en algunos países, casi una de cada diez niñas de entre 15 y 19 años sigue dando a luz cada año.

“El matrimonio infantil priva a las niñas de su infancia y tiene graves consecuencias para su salud”, afirmó la doctora Sheri Bastien, científica de Salud Sexual y Reproductiva de los Adolescentes de la OMS.

Subrayó el poder de la educación para transformar el futuro de las niñas. Al mismo tiempo, tanto los niños como las niñas deben comprender el concepto de consentimiento “y desafiar las grandes desigualdades de género que siguen impulsando las altas tasas de matrimonio infantil y embarazo precoz en muchas partes del mundo”.

Las directrices de la OMS actualizan las guías publicadas en 2011. Promueven una educación sexual integral que, según el organismo de la ONU, es esencial para que las y los jóvenes sepan cómo utilizar los distintos tipos de anticonceptivos y dónde buscar asesoramiento.

“Se ha demostrado que reduce los embarazos precoces, retrasa el inicio de la actividad sexual y mejora los conocimientos de los adolescentes sobre su cuerpo y su salud reproductiva”, afirma la OMS.