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Türk denuncia el catastrófico coste de la inacción en Sudán mientras se acerca el tercer año de conflicto

Las partes en conflicto en Sudán, las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), están perpetrando un asalto contra los derechos humanos en medio de la inacción mundial, ha declarado este viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
“A medida que las hostilidades han ido creciendo en alcance e intensidad durante el último año, las vidas y esperanzas de tantos sudaneses se han visto desarraigadas y atrapadas en un lodazal de muerte, privaciones y sufrimiento”, declaró Volker Türk.
“Dos años de este conflicto brutal y sin sentido deben ser una llamada de atención a las partes para que depongan las armas y a la comunidad internacional para que actúe. Sudán no debe seguir por este camino destructivo”.
El conflicto ha provocado una crisis humanitaria y de desplazados sin precedentes en el país. Al menos 12,6 millones de personas han sido desplazadas, se calcula que 24,6 millones se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria y unos 17 millones de niños están sin escolarizar.
Asimismo, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) reiteró su profunda preocupación por los 25 millones de sudaneses que se enfrentan a la hambruna. “Dos años de guerra han convertido a Sudán en la mayor catástrofe de hambre del mundo y la hambruna se está extendiendo”, declaró Leni Kinzli, responsable de comunicación del PMA para Sudán.
Intereses económicos y empresariales: comercio de oro, goma arábiga y ganado
Esta también es una lucha por la búsqueda de influencia económica y empresarial de actores nacionales e internacionales en sectores clave como el oro y los productos agrícolas.
Los ingresos generados por el comercio internacional de oro, goma arábiga y ganado de Sudán se han convertido en la columna vertebral de la economía de guerra.
La proliferación de armas y los continuos suministros de armamento están agravando los combates, incluso a la región occidental de Darfur, donde está en vigor un embargo de armas de la ONU.
“Todos los implicados en facilitar la transferencia de armas y material militar a Darfur deben dejar de hacerlo, de acuerdo con sus obligaciones de cumplir el embargo de armas”, afirmó Türk, que también pidió que este se ampliara para cubrir todo Sudán.
La violación de derechos humanos está diezmando el futuro de Sudán
Las partes implicadas han atacado zonas pobladas e infraestructuras civiles críticas, como instalaciones sanitarias, estaciones de suministro de agua y centrales eléctricas, perpetrando graves violaciones y abusos contra los derechos humanos y obstruyendo la ayuda humanitaria.
Los ataques de represalia y los homicidios sumarios de personas sospechosas de colaborar con las fuerzas opositoras, a menudo por motivos étnicos, se han visto avivados por el discurso del odio y la incitación a la violencia, especialmente en las redes sociales.
La violencia sexual sigue siendo generalizada; mujeres y niñas han sido violadas, explotadas sexualmente y secuestradas con fines sexuales a gran escala.
Además, continúan la tortura y otras formas de malos tratos, así como la detención arbitraria y las desapariciones forzadas.
Las amenazas, el acoso y la intimidación de miembros de la sociedad civil, entre ellos defensores de los derechos humanos, periodistas y voluntarios humanitarios locales, también van en aumento, y están limitando aún más el espacio cívico y la libre circulación de la información.
“Con los derechos de la población a la alimentación, el agua, la salud, la vivienda y la educación masivamente cercenados, el brutal conflicto de Sudán no sólo está asolando el Sudán de hoy, sino que prácticamente está diezmando el futuro de Sudán”, afirmó Türk.
"Y cuanto más se prolongue, más difícil será la recuperación”.
4 millones de refugiados en los países vecinos, desde Egipto hasta Uganda
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha publicado un comunicado anunciado el aumento del desplazamiento en el país, casi 13 millones de personas han huido de sus hogares hasta la fecha, y cerca de 4 millones han cruzado a países vecinos como Egipto, Sudán del Sur, Chad, Libia, e incluso a países más lejanos como Uganda.
Los recién llegados cuentan haber sufrido violencia sexual sistemática y otras violaciones de derechos humanos, además de haber sido testigos de matanzas masivas. La mitad son niños y niñas, miles de los cuales han huido solos, sin ningún familiar.
Aunque el número de sudaneses que llegan a Europa sigue siendo bajo, las llegadas aumentaron en un 38% en los dos primeros meses de 2025 en comparación con el año anterior.
Aumento de los ataques a instalaciones sanitarias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) de la ONU advirtió de que los ataques contra el personal y las instalaciones sanitarias “van en aumento”.
Se han confirmado 156 ataques contra la sanidad “que han causado más de 300 muertos y más de 270 heridos entre pacientes o trabajadores sanitario”, declaró el doctor Shible Sahbani, representante de la OMS en Sudán.
Haciendo eco de estas preocupaciones, ONU Mujeres informó que el 80% de los hospitales de las zonas en conflicto no funcionan, y que la mortalidad materna está aumentando de forma “alarmante”.
Posibilidad de que las hostilidades se intensifiquen y se extiendan
Hay una mayor preocupación por la población civil de El Fasher y sus alrededores, en el estado de Darfur Norte, donde la Fuerzas de Apoyo Rápido han reforzado su ya prolongado asedio ante el temor de un ataque inminente. Además, crece la amenaza de que las hostilidades se intensifiquen y se extiendan a nuevas zonas.
“Es absolutamente fundamental garantizar el respeto del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y exigir responsabilidades por las violaciones generalizadas que se han producido en los dos últimos años”, declaró Türk.
Reducción de la financiación pone en peligro las necesidades básicas
A medida que el conflicto y el desplazamiento se han ido agravando, la financiación ha quedado muy rezagada. Actualmente la financiación para la respuesta regional es inferior al 10% de lo necesario.
“Los últimos recortes globales en la financiación humanitaria han puesto en peligro programas críticos, obligando a los equipos a tomar decisiones poco razonables y a los refugiados a recurrir a estrategias perjudiciales para satisfacer sus necesidades básicas”, declaró Olga Sarrado, portavoz ACNUR.
“Dentro de Sudán, la reducción de la financiación cortará el acceso al agua potable de al menos medio millón de desplazados, aumentando significativamente los riesgos de cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua”, añadió.