Pasar al contenido principal

Help improve our website by taking this short survey

El desprecio por el derecho internacional continúa agudizando el sufrimiento de los palestinos

La dependencia de la ONU para los derechos humanos afirma que el pueblo palestino padece cada vez más la total indiferencia de Israel como potencia ocupante hacia sus obligaciones en virtud del derecho internacional. Además, ve lejana la construcción de un futuro que cumpla con sus derechos a una vida digna y a la libre determinación.

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció nuevamente este viernes la falta total de cumplimiento de Israel de su obligación de proteger a los palestinos según se lo ordena el derecho internacional en su calidad de potencia ocupante.

Un informe sobre la situación en los territorios palestinos ocupados reportó que desde que entró en vigor el acuerdo de alto el fuego en Gaza el 19 de enero, el ejército israelí ha matado a 58 palestinos, incluidos diez niños y tres mujeres.

Muchos de los muertos intentaban llegar a sus hogares para examinar en qué condiciones se encontraban.

“Atacar a palestinos que no participan activamente en las hostilidades es un crimen de guerra, independientemente de las restricciones de movimiento impuestas por Israel”, recalcó el informe.

Persiste el bloqueo a la ayuda humanitaria

La Oficina de Derechos Humanos indicó que Israel ha bloqueado por quinto día consecutivo la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, incluido el combustible, provocando un aumento de los precios y la propagación de la ansiedad por la posible vuelta a los bombardeos y la hambruna.

La mayoría de las familias palestinas siguen desplazadas y la falta de alojamiento adecuado, ropa de abrigo y servicios sanitarios ha resultado en la muerte de al menos ocho bebés en las dos últimas semanas a causa del frío, tres de los cuales eran recién nacidos.

“Como potencia ocupante, Israel tiene la obligación jurídica de garantizar la provisión de los bienes de primera necesidad a los palestinos que viven bajo su control. Esto incluye alimentos, agua potable, alojamiento y atención sanitaria adecuada. Cualquier negación de la entrada de los bienes de primera necesidad a los civiles puede equivaler a un castigo colectivo. El uso del hambre y la inanición como arma de guerra es un crimen de guerra”, subrayó la Oficina de la ONU.

Operación militar en Cisjordania

En Cisjordania, en tanto, una operación militar israelí sigue devastando las comunidades del norte, matando a docenas de personas, desplazando por la fuerza a unos 40.000 palestinos y vaciando campamentos enteros de refugiados.

El ministro de Defensa israelí declaró a los medios de comunicación que las fuerzas israelíes permanecerán en partes del territorio evacuado durante un año e impedirán el regreso de los residentes. La operación comenzó el 21 de enero y tuvo como objetivo preliminar a Yenín, para luego extenderse a las provincias de Tubas y Tulkarem.

Hasta ahora, el ejército israelí ha matado a 54 palestinos en el curso de esa operación, incluidos ocho niños y dos mujeres. Fuera de estas provincias, durante las últimas dos semanas, los militares israelíes asesinaron a otros cinco palestinos, incluido un niño de doce años que recibió un disparo en la espalda en Hebrón.

Respeto nulo a las vidas palestinas

La Oficina de Derechos Humanos aseveró que los asesinatos demuestran cada vez más “un alarmante desprecio por las vidas palestinas, con una alta prevalencia de asesinatos ilegales”.

Cisjordania no vive un contexto de hostilidades, por lo que se aplican las normas internacionales de derechos humanos sobre el uso de la fuerza en las operaciones de mantenimiento del orden; sin embargo, Israel recurre rutinariamente al uso de tácticas y armas desarrolladas para la guerra, incluido el despliegue de ataques aéreos y tanques, abundó.

Las restricciones de movimiento también han aumentado drásticamente para los palestinos, estrangulando a las comunidades e impidiendo que miles de estudiantes y trabajadores en las áreas del norte lleguen a sus escuelas y lugares de trabajo.

Además, los medios israelíes han informado que las fuerzas israelíes limitarán a 10.000 el número de personas de Cisjordania que podrán acceder al complejo de Al Aqsa en Jerusalén Oriental para las oraciones del viernes durante el Ramadán.

Continúan los desplazamientos masivos en Gaza y Cisjordania

La Oficina de la ONU destacó su preocupación por el desplazamiento masivo forzado en grandes franjas del territorio palestino ocupado. En Gaza, la presencia continua de las fuerzas israelíes y la matanza constante de palestinos en las zonas prohibidas designadas por Israel impiden a los palestinos regresar a sus hogares en esas zonas.

Y en Cisjordania, mientras tanto, se están destruyendo casas en las áreas evacuadas, y cada vez más comunidades palestinas de pastores y agricultores se desplazan de la Zona C y otras zonas fértiles de Cisjordania debido a la violencia del Estado y de los colonos, el acceso restringido a la tierra y los pastos, y las políticas discriminatorias.

“Estas medidas se están adoptando en un contexto de un aluvión de declaraciones de funcionarios y legisladores israelíes que promueven una mayor consolidación, en virtud de la legislación israelí, de la anexión de grandes partes del territorio palestino ocupado. Las declaraciones también piden el traslado forzoso y la deportación de los palestinos de Gaza”, refirió el informe.

La Oficina insistió en que las medidas para desplazar por la fuerza a los palestinos y consolidar la anexión de sus territorios contradicen las obligaciones de Israel en virtud del derecho internacional, incluido su deber de poner fin a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado y de evacuar de inmediato todos los asentamientos, como lo estipuló la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Los palestinos tienen derecho a regresar con seguridad y dignidad

“Esas medidas deben detenerse y revertirse, y se debe permitir que los palestinos de todo el territorio ocupado regresen a sus hogares en condiciones de seguridad y dignidad”, enfatizó el informe.

Asimismo, apuntó que debe haber rendición de cuentas por las violaciones cometidas por todos los garantes de derechos, incluidos Israel, los grupos armados palestinos y la Autoridad Palestina, como paso esencial hacia una paz justa y sostenible.