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Gaza: La UNRWA es una víctima de la guerra, su cierre amenazaría las vidas, la estabilidad regional y la integridad del sistema multilateral

El responsable del organismo recuerda que, por mandato de la Asamblea General de la ONU, éste provee servicios de desarrollo humano a los palestinos refugiados en ausencia de un Estado palestino. Subraya que la Agencia no es parte del conflicto, sino una víctima de la guerra en Gaza, donde los bombardeos israelíes continúan y la hambruna en el está en puerta en el norte de la Franja.

Mientras Israel continúa bombardeando la Franja de Gaza e impidiendo la entrada de ayuda humanitaria suficiente para la desesperada población palestina -que en el norte del territorio palestino está al borde de la hambruna-, el comisionado general del organismo de socorro a los refugiados palestinos reiteró su llamado a los Estados a no permitir que las leyes israelíes que buscan desmantelarlo entren en vigor.

“El riesgo de que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) colapse amenaza las vidas y el futuro de las personas y las comunidades, la estabilidad de la región y la integridad de nuestro sistema multilateral”, dijo Philippe Lazzarini este martes a la Comisión de Política Especial y Descolonización de la ONU, y agregó que acabar con la entidad “cumpliría un objetivo explícito de la guerra en Gaza”.

Lazzarini recordó que por mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la UNRWA brinda servicios de desarrollo humano a los palestinos refugiados en ausencia de un Estado Palestino y acusó a Israel de desafiar abiertamente la Carta de la ONU, las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, al igual que las órdenes vinculantes de la Corte Internacional de Justicia, al adoptar la legislación para poner fin a las operaciones de la Agencia en los territorios palestinos ocupados en menos de tres meses.

En una rueda de prensa posterior a la sesión de la Comisión de Descolonización, el titular de la UNRWA recalcó nuevamente el papel clave del organismo, aseverando que es irremplazable y haciendo hincapié en su labor en materia educativa y de salud.

Como ejemplo citó que antes de la guerra en Gaza, el 80% de la población dependía de los servicios sanitarios de la UNRWA, e hizo hincapié en que aún hoy se sigue brindando atención en la medida de las posibilidades, que son mínimas.

En peligro la educación, el único bien del que no han despojado a los palestinos

Lazzarini sostuvo que ninguna otra dependencia tiene la experiencia y capacidad de ofrecer, entre otros servicios básicos, la educación que sus escuelas brindan a decenas de miles

Del mandato de proporcionar servicios básicos que tiene la UNRWA, destacó precisamente la educación como el único bien del que no se ha despojado a los palestinos y alertó de las consecuencias que tendría la entrada en vigor de la nueva ley.

Los palestinos valoran mucho la educación: es el único bien del que, hasta ahora, no han sido desposeídos. En ausencia de una administración pública o un Estado capaces, sólo la UNRWA puede proporcionar educación a más de 660.000 niñas y niños en Gaza. En ausencia de la UNRWA, se negará el derecho a la educación a una generación entera. Su futuro se verá sacrificado, sembrando las semillas de la marginación y el extremismo”, advirtió.

Acusaciones de ambas partes

En cuanto las imputaciones israelíes de militancia terrorista entre el personal de la UNRWA que han costado gran parte del financiamiento del organismo, reiteró que las investigaciones independientes han comprobado la neutralidad de la Agencia y mostrado la falta de evidencias que sostengan esos cargos.

El comisionado general explicó que ambas partes del conflicto -Israel y Hamas-, han objetado el trabajo de la Agencia, acusándola de estar infiltrada por el contrincante y pronunciándose contra sus actividades.

Lazzarini insistió en que la Agencia no es una parte del conflicto, sino una víctima de la guerra que ha perdido al menos a 243 trabajadores en los bombardeos israelíes, en tanto que otros han sido detenidos y denuncian haber sido torturados, y más de dos tercios de sus instalaciones han sido dañadas o destruidas.

“Sigo pidiendo que se rindan cuentas por los ataques contra el personal, las instalaciones y las operaciones de las Naciones Unidas mediante una investigación independiente de estas violaciones”, dijo, y aclaró que durante la guerra, las instalaciones de la Agencia han sido presuntamente usadas por ambas partes con fines militares.

Peticiones a los Estados

Tras enfatizar la catástrofe que supondría el colapso de la respuesta humanitaria si se prohíben las operaciones de la UNRWA, planteó nuevamente sus tres peticiones a los Estados miembros de la ONU:

  1. Actuar para evitar la implementación de la legislación contra la UNRWA. “Los cambios al mandato de la Agencia son prerrogativa de la Asamblea General, no de Estados miembros individuales”
  2. Garantizar que cualquier plan para una transición política describa el papel de la UNRWA. “La Agencia debe concluir progresivamente su mandato en el marco de una solución política y entregar sus servicios a una administración palestina empoderada”
  3. Mantener el financiamiento a la UNRWA y no retener o desviar los fondos bajo el supuesto de que la Agencia ya no puede operar. “El costo de proporcionar servicios críticos, incluidos la educación y la atención médica, durante una transición será inmenso”.

Finalmente, llamó a los Estados a proteger el sistema multilateral y de las Naciones Unidas, de los que la UNRWA es parte integral.

Pido a los Estados miembros que utilicen todas las herramientas jurídicas y políticas a su disposición para garantizar que se respete el orden internacional basado en normas. La ONU y su personal se encuentran en una posición cada vez más insostenible: si el marco jurídico y político en el que operamos no se sostiene, no podemos quedarnos y cumplir nuestra labor. Los insto a que consideren seriamente lo que eso significaría para nuestro futuro colectivo”, apuntó Lazzarini.

Sin UNRWA, la responsabilidad de los servicios es de Israel

En la conferencia de prensa, reconoció que, adoptadas por la Knesset, ahora depende del gobierno israelí la implementación de las leyes contra la UNRWA, de ahí la urgencia de que la comunidad internacional se pronuncie, no sólo con condenas o discursos, sino con acciones.

El comisionado general argumentó que la UNRWA es sólo un vehículo que responde a una necesidad imperiosa. “Más que la Agencia lo que precisamos salvaguardar es el derecho de los refugiados palestinos de acceder a la educación, a los servicios de salud, a la vida básicamente. Esta es la prioridad hoy”, declaró, y abundó que el organismo a su cargo es el responsable de esa tarea.

Si la UNRWA desaparece, esa responsabilidad recaerá en la potencia ocupante, acotó.

Inexistencia de productos básicos

Los organismos humanitarios de la ONU siguen alertando de la desesperación imperante entre la población de Gaza, donde muchos productos básicos son casi inexistentes, con desabasto en los mercados y muy escasa asistencia humanitaria.

Apenas hay alimentos frescos, huevos y carne y los precios de cualquier alimento disponible han alcanzado niveles récord”, apunto el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Las fuerzas israelíes continúan atacando continuamente el norte de Gaza, donde los equipos de ayuda de la ONU han reiterado que las personas que huyen de los ataques y las órdenes de evacuación en Beit Hanoun hacia la ciudad de Gaza ahora se refugian en escuelas inseguras que podrían derrumbarse en cualquier momento.

Sólo en octubre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) registró 64 ataques contra escuelas, “la mayoría de ellas albergando a personas desplazadas”.

Según la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA), hasta 130.000 personas han sido desplazadas del norte de Gaza en medio de la intensificación de los ataques israelíes contra edificios residenciales y las reiteradas órdenes de evacuación.

Desde los ataques y la toma de rehenes liderados por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, más de 43.469 personas han muerto en Gaza y al menos 10.000 siguen atrapadas bajo los escombros de sus hogares y refugios.