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La Asamblea General rechaza nuevamente por inmensa mayoría el embargo a Cuba
La Asamblea General de las Naciones Unidas reiteró este miércoles por trigésima segunda vez de forma inequívoca su posición contra el embargo económico de Estados Unidos a Cuba y pidió que se ponga fin a esa imposición unilateral.
La resolución obtuvo este año 187 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel, ) y una abstenciones (Moldavia).
La posición de apoyo a Cuba fue unánime por parte de los países de América Latina y el Caribe.
El bloqueo a Cuba comenzó en 1960 y se fue endureciendo en diferentes momentos históricos, alcanzando a terceros países a partir de 1992, fecha en la que la Asamblea General emitió su primera petición a Estados Unidos para ponerle fin.
El texto
La resolución titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba (A/79/L.6), se basa en el informe del Secretario General (A/79/80).
El texto, presentado por Cuba, reafirma, entre otros principios, “la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales, consagrados en numerosos instrumentos jurídicos internacionales”, y exhorta a todos los Estados a abstenerse de promulgar y aplicar leyes y medidas que los contravengan, instando a la derogación de ese tipo de medidas a quienes aún las impongan.
Del mismo modo, expresa preocupación por disposiciones reglamentarias, como la promulgada por Estados Unidos el 12 de marzo de 1996, conocida como “Ley Helms-Burton”, “cuyos efectos extraterritoriales afectan a la soberanía de otros Estados, a los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción y a la libertad de comercio y navegación”.
El documento también solicita al Secretario General que, en consulta con los órganos y organismos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, prepare un informe sobre el cumplimiento de la resolución a la luz de los propósitos y principios de la Carta de la ONU y del derecho internacional y se lo presente en su octogésimo período de sesiones;
Durante dos días, los representantes de los Estados miembros de la ONU y de bloques de países desfilaron por el podio de la Asamblea para explicar su voto e insistir en el carácter ilegal del embargo, afirmar que constituye una violación flagrante y sistemática de la Carta de las Naciones Unidas, y exigir su levantamiento.
Los delegados destacaron el daño injustificado que el bloqueo inflige al pueblo cubano al privarlo de ingresos indispensables e insumos tan esenciales como los medicamentos.
Del mismo modo, los Estados manifestaron su oposición a la inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo y se pronunciaron firmemente por su retiro de dicho listado, precisando que, por el contrario la nación caribeña se ha caracterizado por su solidaridad en los momentos de crisis nacionales e internacionales.
Como ejemplo de la solidaridad cubana, citaron el envío de personal médico y sanitario a varios países durante la pandemia de COVID-19 o su papel central en las negociaciones que desembocaron en el Acuerdo de Paz de Colombia.
El representante de Colombia enfatizó las contradicciones de la agenda de desarrollo internacional y el Pacto del Futuro, adoptado recientemente, con un bloqueo económico y financiero unilateral que impide a Cuba alcanzar las metas de desarrollo sostenible y, en general, todos los avances establecidos en esos acuerdos globales.
Bolivia, por su parte declaró que la lucha del pueblo de Cuba es la lucha de Latinoamérica, en tanto que México condenó inequívocamente el embargo, argumentado que es contrario al derecho internacional y ajeno a los valores sobre los que se basa la convivencia pacífica entre los pueblos de América y el Caribe.
México dijo también que el bloqueo impone medidas injustificables e injustas que deben ser suspendidas. “Sólo así podremos ayudar a dar un paso decisivo hacia la consolidación de un hemisferio más próspero y competitivo, pero también más justo y pacífico”, abundó.
La embajadora chilena señaló el anacronismo de un embargo de guerra fría, y sostuvo que hoy significa la “violación flagrante de los derechos de más de once millones de cubanos”. No obstante, agregó, la dignidad del pueblo cubano ha mostrado al mundo que “no hay injusticia que pueda doblegar la esperanza”.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en voz del embajador de Honduras, recordó que la Carta de Naciones Unidas establece derechos, obligaciones y principios que ningún miembro debe contravenir o menoscabar.
Tras subrayar los costos de la política de bloqueo contra Cuba y el rechazo del bloque a la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, dijo que Estados Unidos debe responder al llamamiento del mundo y de su propio pueblo para acabar con esos castigos.
El grupo de los No Alineados y el G77 se pronunciaron en el mismo tono.