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Se necesitan 21,4 millones de dólares para responder al mpox entre la población refugiada en países africanos

Los fondos servirán para prevenir y tratar la enfermedad entre los a 9,9 millones de refugiados y comunidades de acogida en 35 naciones del continente africano.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)  llamó este miércoles a la comunidad de donantes a aportar 21,4 millones de dólares para ampliar con celeridad los servicios sanitarios destinados a los desplazados en los países africanos afectados por la emergencia del mpox.

La financiación apoyará los esfuerzos críticos de respuesta y prevención para ayudar a 9,9 millones de refugiados y comunidades de acogida en 35 países del continente africano.

El mpox, antes llamado viruela del mono, es una enfermedad vírica que puede transmitirse por contacto físico con una persona infectada, o un animal u objeto contaminado.

Lea nuestro artículo explicativo sobre el mpox aquí.

Nueva cepa del virus

La enfermedad ha sido endémica en algunas partes de África durante décadas, pero el creciente número de casos de la nueva cepa del virus mpox, clado 1b, especialmente en la República Democrática del Congo, llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional el 14 de agosto pasado.

Hasta la fecha, se han notificado más de 20.000 casos sospechosos en África este año. Al menos 88 se dieron entre refugiados, 68 de ellos en la República Democrática del Congo. También se han notificado casos entre refugiados en la República del Congo y Ruanda.

Un niño con mpox recibe cuidados médicos en la unidad de aislamiento del Hospital Kavumu, apoyado por UNICEF, en la provincia de Kivu del Sur, República Democrática del Congo.
© UNICEF/Jospin Benekire
Un niño con mpox recibe cuidados médicos en la unidad de aislamiento del Hospital Kavumu, apoyado por UNICEF, en la provincia de Kivu del Sur, República Democrática del Congo.

Refugiados en peligro

Allen Maina, jefe de salud pública de ACNUR, dijo que el nuevo brote de mpox ha puesto en alto riesgo a las poblaciones más vulnerables, incluidos muchos refugiados y comunidades de desplazados forzosos, que a menudo viven hacinados en refugios que carecen de acceso a agua potable, jabón y alimentos nutritivos.

“Para los refugiados y las comunidades desplazadas, que ya se enfrentan a enormes dificultades para acceder a la atención sanitaria, estas condiciones suponen un mayor riesgo de enfermar y dificultan su autoprotección”, afirmó Maina.

África alberga a más de un tercio de los desplazados del mundo. Muchos de ellos residen en países que luchan contra la transmisión de esta enfermedad y se encuentran en situaciones extremadamente vulnerables, agravadas por conflictos prolongados, déficits crónicos de financiación humanitaria y múltiples catástrofes. 

La financiación es crucial

El ACNUR advirtió que el mpox amenaza con sobrecargar aún más unos recursos humanitarios ya de por sí desbordados, pudiendo llegar a interrumpir servicios y ayudas fundamentales como la distribución de alimentos, la educación y las actividades de protección.

“Necesitamos apoyar a los gobiernos y socios en la respuesta al mpox para garantizar que nadie se quede atrás”, aseveró Maina. “Requerimos financiación sostenible para reforzar los sistemas sanitarios, las instalaciones de agua y saneamiento y otros servicios, garantizando que sean resilientes ahora y en el futuro.”

ACNUR también instó a la comunidad internacional a que aumente el apoyo financiero para impulsar los esfuerzos de preparación y respuesta y reducir la exposición a la enfermedad en el caso de las personas con mayor riesgo.

Aunque la agencia ya ha cambiado la asignación de algunos recursos para responder rápidamente al brote, la escala y complejidad de la situación requieren financiación adicional para cubrir las necesidades urgentes.

El personal de ACNUR ha estado educando a las personas desplazadas en la República Democrática del Congo sobre los peligros del mpox.
© ACNUR/Blaise Sanyila

Medidas extendidas

El organismo ha estado trabajando con las autoridades nacionales y locales, las agencias de la ONU y otros socios desde que surgieron los brotes de mpox en todo el mundo en 2022.

Para responder al nuevo brote grave, los equipos han reforzado los puntos de lavado de manos en los campos de refugiados y centros de tránsito, al tiempo que han mejorado la distribución de jabón y el acceso a las pruebas de diagnóstico.

De igual forma, se han reforzado los mecanismos de vigilancia, detección y notificación de la enfermedad, incluso, a través de las fronteras, se ha ampliado la formación de los trabajadores sanitarios de la comunidad y ha reforzado la comunicación para garantizar que la gente tenga información precisa y accesible sobre el mpox, ayudando así a combatir la desinformación y a reducir el estigma asociado a la enfermedad.

La financiación es esencial para garantizar que los refugiados y otros desplazados se integren plenamente en los planes nacionales de preparación y respuesta, de acuerdo con el Plan Continental de Preparación y Respuesta al Mpox para África, codirigido por los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades y la OMS.