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Ucrania: El sufrimiento humano continúa a niveles intolerables

La responsable en funciones de la ayuda humanitaria advierte en el Consejo de Seguridad que continúa aumentando el número de muertes y los ataques a gran escala contra la infraestructura civil. La reciente expansión de los combates a nuevas zonas perjudica las operaciones humanitarias.

La coordinadora en funciones de la ONU para la Ayuda de Emergencia señaló este martes en el Consejo de Seguridad que, tras dos años y medio desde la escalada de la guerra en Ucrania, “la situación no hace más que empeorar. El número de muertos aumenta. El sufrimiento humano continúa a niveles intolerables”.

La reunión, solicitada por Ucrania y apoyada por Ecuador y Francia, miembros del Consejo, se celebra después de que Ucrania informara de que los ataques han causado un número considerable de víctimas civiles y la destrucción generalizada de infraestructuras civiles en ciudades como Kyiv, Kharkiv y Sumy.

Joyce Msuya indicó a los embajadores que los ataques sistemáticos y a gran escala contra la infraestructura energética de Ucrania siguen reduciendo drásticamente la capacidad eléctrica, lo que provoca que millones de personas en todo el país sufran cortes de luz diarios.

Los cortes duran a menudo muchas horas y limitan el acceso al agua, la calefacción, e internet. También dificultan el funcionamiento de hospitales y centros de salud.

“Millones de ucranianos se enfrentan diariamente a la muerte, la destrucción y el miedo a los ataques”, añadió.

Expansión de los combates a nuevas zonas

La responsable en funciones de los Asuntos Humanitarios prosiguió expresando su profunda preocupación por la reciente expansión de los combates a nuevas zonas a ambos lados de la frontera entre Ucrania y Rusia.

Desde la operación militar de Ucrania en la región de Kursk, en Rusia, el 6 de agosto, al menos 130.000 civiles han sido evacuados, según funcionarios rusos locales. Los medios de comunicación informaron de víctimas y daños en las infraestructuras.

“Debo recordar a todas las partes la obligación de velar constantemente por preservar a los civiles y los bienes de carácter civil, como exige el derecho internacional humanitario”, enfatizó Msuya.

La coordinadora adjunta de la ONU para la Ayuda de Emergencia, Joyce Msuya, informa al Consejo de Seguridad sobre el mantenimiento de la paz y la seguridad en Ucrania.
Foto ONU/Manuel Elias
La coordinadora adjunta de la ONU para la Ayuda de Emergencia, Joyce Msuya, informa al Consejo de Seguridad sobre el mantenimiento de la paz y la seguridad en Ucrania.

Ayuda humanitaria

Esta escalada también perjudica las operaciones humanitarias, haciendo que sean “extremadamente peligrosas y exponiendo a los trabajadores humanitarios a graves daños”. A pesar de ello, siguen ayudando a cientos de miles de personas necesitadas.

En los primeros siete meses de 2024, unos 6,2 millones de personas recibieron ayuda humanitaria, indicó la coordinadora en funciones.

Sin embargo, Msuya advirtió que no han podido llegar a 1,5 millones de personas a una escala adecuada en las regiones de Ucrania ocupadas por la Federación de Rusia: en partes de Donetsk, Kherson, Luhansk y Zaporizhzhia, quienes “sin duda necesitan atención sanitaria urgente, medicamentos, alimentos y agua potable”.

En este sentido, reiteró su llamamiento para el paso seguro, rápido y sin trabas de la ayuda humanitaria a todos los civiles necesitados, de conformidad con el derecho internacional humanitario.

Una cuestión de voluntad

Por último, Msuya pidió a los líderes mundiales que asisten a la nueva Asamblea General que “aprovechen todas las oportunidades” para ayudar a salvar vidas civiles y poner fin a una guerra que ha dejado al 40% de la población ucraniana necesitada de ayuda humanitaria.

“A medida que se intensifique, su número de víctimas no hará sino aumentar. Proteger a los civiles y, en última instancia, poner fin a esta guerra, es una cuestión de voluntad”, concluyó.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos calcula que más de 11.700 civiles han muerto y más de 24.600 han resultado heridos desde la invasión a gran escala de las fuerzas rusas el 24 de febrero de 2022.

En todo el país, diez millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.