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Expertos piden fin a la impunidad ante el informe sobre tortura a los palestinos en centros de detención israelíes
Un grupo de relatores especiales llama a la rendición de cuentas. Se necesita una presencia internacional independiente de observadores de las garantías fundamentales, agregan. Denuncian también el silencio de los Estados tras los testimonios e informes de presuntos malos tratos y torturas, e instan a ejercer mayor presión sobre Israel para establecer un sistema convincente de acceso, vigilancia y protección de los detenidos palestinos.
Los reportes de presuntas torturas y violencia sexual en la prisión israelí de Sde Teiman son sólo “la punta del iceberg”, advirtió este lunes un grupo de expertos independientes* en derechos humanos que pidió que se actúe con rapidez para poner fin a la impunidad que rodea a las denuncias de violaciones contra prisioneros palestinos.
“Los abusos generalizados y sistémicos de Israel contra los palestinos detenidos y las prácticas de detención arbitraria durante décadas, junto con la ausencia de cualquier restricción por parte del Estado israelí desde el 7 de octubre de 2023, pintan un cuadro espeluznante permitido por la impunidad absoluta”, dijeron los relatores especiales.
Hace falta una presencia internacional
En un comunicado conjunto, afirmaron que lo que se necesita ahora “es nada menos que una presencia internacional independiente de observadores de derechos humanos”.
Explicaron que dichos observadores deberían convertirse en los ojos del mundo “ante el descarado fracaso de Israel para prevenir y abordar las atroces violaciones de derechos contra prisioneros y detenidos”.
Los expertos han recibido informes contrastados de abusos generalizados, torturas, agresiones sexuales y violaciones, en medio de condiciones inhumanas, con al menos 53 palestinos aparentemente muertos como consecuencia de ello en los diez meses que han seguido a los ataques dirigidos por Hamás contra Israel, que dejaron unos 1200 muertos y la toma de 250 rehenes.
Alrededor de 9500 palestinos, entre ellos cientos de niños y mujeres, están actualmente encarcelados, la tercera parte sin cargos ni juicio, denunciaron.
Los relatores añadieron que un número indeterminado se encuentra recluido arbitrariamente en centros de detención y otros campos tras una oleada de detenciones y “campañas de secuestro” en todo el territorio palestino ocupado.
Innumerables testimonios de hombres y mujeres hablan de detenidos en recintos similares a jaulas, atados a camas con los ojos vendados y en pañales, desnudados, privados de atención médica adecuada, comida, agua y sueño. Algunos han sufrido electrocuciones en los genitales y quemaduras de cigarrillos.
Sin brújula moral
Varias víctimas hablaron también de música a todo volumen hasta que les sangraban los oídos, así como de ataques con perros, ahogamiento simulado, suspensión de los techos y graves actos de violencia sexual y de género.
“Las denuncias de violación en grupo de una detenida palestina, una acción apoyada ahora de forma escandalosa por voces de la clase política y la sociedad israelíes, constituyen una prueba irrefutable de que se ha perdido la brújula moral”, recalcaron los expertos.
En febrero de 2024, varios expertos expresaron su profunda preocupación por los informes sobre violencia sexual y otras formas de violencia de género cometidas contra mujeres y niñas palestinas detenidas en Israel.
* Los Expertos y Relatores Especiales forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todas las partes del mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.
Francesca Albanese, relatora especial sobre los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, investigó las prácticas de detención de Israel en 2023 y pidió a los Estados miembros de la ONU que intervinieran y a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigara sin demora lo que parecía ser un crimen de lesa humanidad consolidado.
El lunes, los expertos lamentaron que aún no se atendiera este llamamiento.
La tortura, parte del modus operandi de Israel
Advirtieron que las prácticas de tortura son “ilegales y constituyen crímenes internacionales, aunque forman parte del modus operandi del sistema de detención y tortura de Israel” .
“Estas prácticas pretenden castigar a los palestinos por resistirse a la ocupación y buscan destruirlos individual y colectivamente”, enfatizaron.
La mayoría de los recluidos palestinos son “rehenes de facto de una ocupación ilegal”, abundaron, aludiendo a la opinión consultiva de julio de 2024 de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las consecuencias jurídicas de la ocupación israelí del territorio palestino.
Por ello, los especialistas pidieron supervisión y rendición de cuentas sobre todas las prácticas y políticas israelíes en el territorio.
“La destrucción genocida de Israel en Gaza, que se está extendiendo por Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental, sirve hoy de telón de fondo a su abusivo programa de detenciones”, indicaron los expertos.
El silencio internacional debe terminar
Asimismo, denunciaron el silencio de los Estados miembros tras la aparición de testimonios e informes de presuntos malos tratos y torturas, y llamaron a ejercer una mayor presión sobre Israel con vistas a poner en marcha un sistema convincente de acceso, vigilancia y protección de los detenidos palestinos.
El Consejo de Derechos Humanos debe exigir urgentemente el despliegue de los titulares de mandatos de procedimientos especiales y de la Comisión de Investigación en los centros de detención de palestinos, apuntaron.