Pasar al contenido principal

El calor se cobra más de 175.000 vidas al año en Europa, según los últimos datos

El estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en la región europea, dice la agencia sanitaria mundial, y llama a los gobiernos a tomar medidas para mitigar los choques térmicos en las personas vulnerables. Los efectos negativos del calor y el calor extremo en la salud son en gran medida prevenibles, añade. Entre 2000 y 2019 se produjeron en el mundo 489.000 decesos anuales vinculados al calor.

Unas 175.000 personas mueren cada año en Europa por causas relacionadas con el calor, y esa cifra se disparará en consonancia con el calentamiento constante del planeta, advirtió este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según ese organismo, las temperaturas en los países europeos están aumentando a un ritmo que duplica el promedio mundial.

El director regional de la OMS para Europa dijo que más de 50 países de ese continente están pagando el precio máximo del calentamiento global, y recordó que hace apenas unos días, el planeta alcanzó la temperatura promedio más cálida que se haya registrado, 17,16º C, con olas de calor azotando el hemisferio norte.

Hans Kluge agregó que los tres años más cálidos registrados en Europa han ocurrido a partir de 2020 y que la década más calurosa se documentó desde 2007.

El calor exacerba los problemas de salud

“En la región europea, el estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en la región”, enfatizó, añadiendo que las temperaturas extremas como las que se están observando en este momento exacerban los problemas crónicos de salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares, la salud mental y las condiciones relacionadas con la diabetes también.

Kluge destacó que el calor extremo supone un grave problema para las personas mayores, sobre todo si viven solas, y también puede ser una carga adicional para las mujeres embarazadas.

En este sentido, la OMS insistió en que los gobiernos deben tomar medidas para mitigar los choques térmicos en las personas vulnerables.

Más de 20 países de la región europea tienen planes de este tipo en marcha, pero no son suficientes para proteger a todas las comunidades, apuntó la agencia sanitaria.

Mantenerse fresco durante una ola de calor es especialmente importante para los niños, a quienes les cuesta más regular la temperatura corporal que a los adultos.
© Unsplash/Andrew Seaman
Mantenerse fresco durante una ola de calor es especialmente importante para los niños, a quienes les cuesta más regular la temperatura corporal que a los adultos.

Llamado a la acción

El mes pasado, el Secretario General de la ONU hizo un llamado a la acción frente al calor extremo. “La Tierra se está volviendo más caliente y peligrosa para todos, en todas partes”, afirmó António Guterres en esa ocasión.

La crisis climática ya está elevando las temperaturas a niveles insoportables en algunos lugares. Las proyecciones muestran que entre 2000 y 2019 se produjeron en el mundo unas 489.000 muertes relacionadas con el calor cada año, y que la región europea representó el 36%, o en promedio más de 175.000 vidas anuales.

Las declaraciones del Secretario General coincidieron con la semana en la que se registraron los tres días más cálidos en la Tierra en la historia reciente, de acuerdo con datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El 22 de julio de 2024, la temperatura media mundial diaria alcanzó un récord de 17,16 °C, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea. El 23 de julio, el valor preliminar fue de 17,15 °C. El 21 de julio, el termómetro llegó a 17,09 °C. Los tres días fueron más cálidos que el récord anterior de 17,08 °C, alcanzado el 6 de julio de 2023.

Los efectos negativos son prevenibles

El doctor Kluge reiteró que los efectos negativos del calor y el calor extremo en la salud son en gran medida prevenibles. “Si estamos mejor preparados para una región más cálida, salvaremos muchas vidas, tanto ahora como en el futuro”, sostuvo.

Para hacer frente a las olas de calor, la OMS emitió las siguientes recomendaciones:

  • Mantenerse alejado del calor: evitar salir y realizar actividades extenuantes cuando el sol está en su punto más fuerte. Permanecer a la sombra y no dejar a los niños o animales en vehículos estacionados. Si es necesario y posible, pasar dos o tres horas en un lugar fresco, como un supermercado o un cine.
  • Intentar mantener la casa fresca: utilizar el aire de la noche para enfriar la casa. Reducir la carga térmica dentro de la casa o la habitación del hotel durante el día utilizando persianas o contraventanas, abriéndolas por la noche para ventilar la casa.
  • Mantener el cuerpo fresco e hidratado: utilizar ropa ligera y holgada y ropa de cama ligera, tomar duchas o baños fríos y beber agua con regularidad, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína que provocan deshidratación.
  • Cuidarse a sí mismo y a los demás: monitorear a familiares, amigos y vecinos, especialmente a los ancianos, sobre todo si están solos.

¿Qué son las olas de calor?

La OMS define las olas de calor como “periodos de clima inusualmente cálido y seco o cálido y húmedo que tienen un inicio y un final sutiles, una duración de al menos dos a tres días y un impacto perceptible en las actividades humanas”.

De acuerdo con la agencia meteorológica, las olas de calor se diferencian de los periodos cálidos, aunque tienen muchas similitudes. Un periodo cálido es un lapso persistente de clima anormalmente cálido en un lugar. Un periodo cálido también puede definirse en términos del percentil 90 o 95 de la temperatura máxima diaria. Los periodos cálidos pueden ocurrir en cualquier momento del año, mientras que las olas de calor solo suceden en la estación cálida.