Pasar al contenido principal

No se vislumbra el final de la “guerra contra las mujeres” en Gaza

Las mujeres en Gaza están perdiendo la vida, están enfermas, hambrientas, agotadas, manteniendo unidas a sus familias a pesar del miedo y las pérdidas constantes, señala la representante de la agencia de igualdad de género en los Territorios Palestinos Ocupados tras una misión de una semana a la Franja. 

Las guerras nunca son neutrales en cuanto al género y Gaza es una prueba más de ello, ya que alrededor de un millón de mujeres y niñas soportan “la peor parte” de nueve meses de conflicto, declaró este jueves la representante de ONU Mujeres en los Territorios Palestinos Ocupados.

“Están perdiendo la vida, están enfermas, hambrientas, agotadas, manteniendo unidas a sus familias a pesar del miedo y las pérdidas constantes”, declaró Maryse Guimond desde Jerusalén a los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.

Guimond concluyó recientemente una misión de una semana a Gaza, un lugar que ha visitado más de 50 veces en sus seis años de trabajo, incluso después de anteriores escaladas.

Esta vez, no estaba preparada para “la destrucción total y la inhumanidad” que vio.

La guerra “incrustada” en los rostros y cuerpos de las mujeres

“Lo que presencié desafiaba mis peores temores por las mujeres y niñas con las que he trabajado durante tantos años”, afirmó. “Fue insoportable ser testigo de la escalada diaria de violencia y destrucción de una guerra contra las mujeres sin final a la vista”.

La representante de ONU Mujeres dijo que entró en un mundo de devastación y privación total cuando la valla del paso fronterizo de Kerem Shalom se cerró tras ella.

No puedo enfatizar lo suficiente el impacto que esta guerra ha tenido en las mujeres y las niñas. Apenas reconocía a las mujeres que conocía antes de la guerra. Los últimos nueve meses están incrustados en sus caras, en sus cuerpos”.

Muerte, desplazamiento, privaciones

Guimond explicó que Gaza es “una guerra contra las mujeres” simplemente por el número de muertas y heridas, y por el nivel general de devastación al que se enfrentan las mujeres. “Nunca habíamos visto algo así”, afirmó.

Más de 10.000 mujeres han muerto desde el inicio de las hostilidades el 7 de octubre de 2023, tras los ataques dirigidos por Hamás contra Israel en los que murieron unas 1200 personas y otras 250 fueron tomadas como rehenes.

Las condiciones en el enclave son terribles. Más de medio millón de mujeres “padecen hambre severa, son las últimas y las que menos comen de sus familias, se saltan comidas y no ingieren alimentos saludables durante meses y meses”, afirmó, citando datos de ONU Mujeres.

Además, la gente “vive hacinada, donde las enfermedades infecciosas proliferan mucho más”.  Como no hay agua, las mujeres se han visto obligadas a raparse la cabeza para evitar infecciones.

Mujeres embarazadas atemorizadas

“No podía reconocer la Gaza que conocía”, dijo Guimond. “Casas, hospitales, tiendas, escuelas, universidades han sido destruidos. Multitudes de hombres, mujeres, niños tratando de sobrevivir y en tiendas improvisadas y refugios abarrotados rodeados de escombros y destrucción total”.

Como la mayoría de los hospitales ya no funcionan, el acceso a la atención sanitaria y al tratamiento médico es limitado.

Al preguntarle por la situación de las mujeres embarazadas, Guimond respondió que “algunas de ellas tienen tanto miedo de dar a luz en condiciones sobre las que no tienen ningún control que estamos oyendo que algunas preguntan si hay alguna forma de que puedan hacerlo más rápidamente”.

No hay lugares seguros

Desde enero, ONU Mujeres ha publicado varios informes sobre los aspectos de género del conflicto de Gaza, destacando que se trata “fundamentalmente de una crisis de protección para las mujeres”.

Gaza tiene una población de unos dos millones de habitantes, y el 90% han sido desplazados, entre ellos casi un millón de mujeres y niñas que han sufrido múltiples desarraigos en un espacio cada vez más reducido.

“No hay lugares seguros para ser mujer en Gaza”, afirmó. “Se desplazan sin dinero en efectivo, sin posesiones y sin tener ni idea de cómo y dónde van a vivir. Muchas mujeres me han dicho que no volverán a mudarse porque no supone ninguna diferencia para su seguridad o supervivencia”.

Sin embargo, frente a la muerte, la enfermedad y el desplazamiento, las mujeres de Gaza “muestran una fuerza y una humanidad extraordinarias en su lucha por sobrevivir, con esperanza y solidaridad en medio de la devastación”, añadió.

La última Alerta de Género de ONU Mujeres, publicada el mes pasado, examinaba cómo está afectando la guerra a 25 organizaciones dirigidas por mujeres en los territorios palestinos ocupados, 18 de las cuales tienen su sede en Gaza.

Cuentan con más de 1500 personas que se ocupan de la gestión de los refugios, los kits de higiene, los paquetes de alimentos, el apoyo psicosocial y otros servicios esenciales, a pesar de la escasez de fondos.

Estas organizaciones necesitan apoyo financiero para mantener sus esfuerzos, afirmó. “Pero también necesitan ver un aumento de la representación femenina en la mesa de decisiones en cada paso de la ayuda humanitaria -desde la planificación hasta la entrega final- y lo necesitan ya».

Guimond finalizó su exposición haciéndose eco del llamamiento de la ONU en favor de la paz en Gaza, el pleno acceso de la ayuda humanitaria mediante la apertura de todos los pasos terrestres hacia el enclave, un alto el fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes.