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En Colombia, algunos puntos del Acuerdo de Paz son aún una lucha por librarse, dice el presidente Gustavo Petro
Colombia es el país socialmente más desigual del mundo, el proceso de paz es construir una democracia multicolor y justa, dice el mandatario colombiano durante una visita a la sede de la ONU en Nueva York en la hablará al Consejo de Seguridad sobre los avances y dificultades en la implementación del Acuerdo de Paz firmado en su país en 2016.
“Un proceso de paz es una lucha social, una lucha política. Pese a haber firmado frases, muchos párrafos [del Acuerdo de Paz]son hoy en Colombia no un consenso, no un acuerdo, sino una lucha aún por librarse que no es sólo de políticos sino de la misma sociedad”, declaró el presidente de Colombia, Gustavo Petro, este jueves durante la inauguración de un monumento que su país regaló a la ONU.
El mandatario colombiano se encuentra en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York en una visita con actividades múltiples entre las que destaca su participación en una sesión del Consejo de Seguridad esta tarde, en la que expondrá los avances y obstáculos en la implementación del Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno y la Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC-EP) en noviembre de 2016.
El regalo de Colombia a la ONU simboliza la sabiduría y la vida y se encuentra en el Jardín de las Rosas del complejo de la Organización. El Monumento Kusikawsay fue hecho con el metal fundido de 1,4 toneladas de munición que Naciones Unidas recibió durante la dejación de armas de las extintas FARC.
Gustavo Petro dijo que el monumento, por estar en el sitio en que está y por lo que éste representa “es un patrimonio de lo que queda de la historia republicana de Colombia, un país en el que hacemos y deshacemos violencia”.
“La lucha del presente es integrar al país en una democracia multicolor y justa, a eso le llamamos un proceso de paz”, enfatizó.
El país más socialmente desigual
El presidente se refirió a la violencia en Colombia como “un mal permanente, un vicio cultural”, y lamentó que, a diferencia de otros países que también han vivido una violencia aún más intensa, el suyo no haya podido ponerle fin.
Petro sostuvo que en Colombia, la guerra contra la esclavitud la ganaron los dueños de los esclavos y que eso convirtió al país en el más inequitativo del mundo.
El esclavismo, argumentó, se mantiene como una cultura subterránea en las élites que casi de manera hereditaria han dirigido el país durante dos siglos y han dejado como recuerdo el país socialmente más desigual.
Las bombas caen sobre Gaza
El jefe de Estado deploró, por otra parte, estar en la ONU hablando de paz, mientras en el mismo recinto se habla de guerra.
“Bombas caen sobre Gaza. ¿Cuál será el monumento que aquí se pueda construir para mostrar este trágico regreso a la barbarie y al genocidio?, me pregunto. En medio de las cámaras, en medio de los discursos falsos y la hipocresía”, dijo.
Comisión de Consolidación de la Paz
Después de la ceremonia, Gustavo Petro participó en una reunión de la Comisión de Consolidación de la Paz dedicada a Colombia en la que indicó que el proceso de paz es un proceso de inclusión social del territorio en un cuerpo nacional.
Incluir al territorio materializa el concepto abstracto de nación, esa es la diferencia entre éste y los antiguos intentos de lograr la paz en el país, explicó, aunque, abundó ahí residen los principales desafíos para seguir avanzando.
Colombia sigue inspirando al mundo
En la ceremonia de inauguración del monumento estuvo presente el jefe de Gabinete de la ONU, Courtnay Rattray, que pronunció un mensaje en nombre del Secretario General António Guterres.
“El proceso de paz en Colombia sigue siendo una inspiración para todo el mundo”, comenzó Rattray, calificando como alentador el hecho de que ambas partes trabajen juntas en la implementación del Acuerdo de Paz.
“Al igual que las armas de guerra pueden transformarse en arte, los antiguos adversarios pueden transformarse en aliados para la paz”, aseguró.
Tras casi ocho años después de la firma del Acuerdo de Paz, hay mucho que celebrar, pero aún queda un largo camino por recorrer, advirtió.
Rattray destacó las muchas vidas que se han salvado gracias al Acuerdo y encomió los esfuerzos de los excombatientes por construir nuevos horizontes.
“Apreciamos la determinación del Gobierno de ampliar el alcance de la paz, dando prioridad al diálogo como principal medio para poner fin a la violencia que continúa cobrándose vidas e infligiendo sufrimiento a grupos y comunidades vulnerables”, apuntó.
Antes de terminar, llamó a todos los colombianos a seguir avanzando con determinación y unidad en la implementación del Acuerdo de Paz, y refrendó el apoyo completo de la ONU al proceso.
“El camino es largo, el viaje exigente; sin embargo, estoy seguro de que Colombia llegará a su destino: una paz justa y duradera”, concluyó.