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Los trabajadores humanitarios de la ONU reinventan sus operaciones ante la "división en dos partes" de Gaza
En medio de la reciente orden de evacuación israelí que afecta a un tercio del territorio de la Franja de Gaza, los trabajadores humanitarios de la ONU buscan nuevas formas de abastecer a las personas en situación de extrema necesidad, muchas de las cuales tienen que buscar de nuevo un lugar seguro, declaró el miércoles un alto responsable humanitario de la ONU.
“El 96% de la población de Gaza se encuentra en situación catastrófica de seguridad alimentaria”, dijo este miércoles el jefe de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Palestinos Ocupados.
En conferencia de prensa desde Jerusalén, Andrea De Domenico informó que de los 2,3 millones de personas que habitaban en Gaza en octubre de 2023, hoy se calcula que quedan alrededor de 2,1 millones, todos con necesidad de recibir ayuda vital.
De Domenico calificó de “inaceptable” el hambre que sufre prácticamente toda la población gazatí, y explicó que aliviar ese lastre no significa sólo llevar comida, sino también brindar agua potable suficiente, al igual que salud y otros servicios básicos.
Reajustes constantes
El responsable de OCHA en Palestina, destacó las dificultades que encara el personal humanitario para llevar a la población la ayuda que precisa desesperadamente debido a la cambiante situación en el terreno que obliga a reajustar constantemente las operaciones de socorro.
Di Domenico señaló que estiman que entre 300.000 y 350.000 personas siguen en el norte de Gaza sin poder desplazarse hacia el sur.
Al referirse a la reciente orden israelí de evacuación de Khan Junis, detalló que afecta una superficie de 117 kilómetros cuadrados y a un cuarto de millón de personas, que empezaron a desplazarse tras el dictamen del lunes por la tarde.
Recordó que el 90% de los gazatíes, o 1,9 millones de personas, ha debido desplazarse al menos una vez desde el inicio de la guerra en octubre pasado, añadiendo que algunos de ellos han sido desarraigados hasta diez veces.
De Domenico enfatizó el impacto de la orden de evacuación para la labor humanitaria: “Tenemos que reiniciar nuevamente nuestras operaciones”, apuntó, resaltando la difícil tarea de reevaluar la situación para hacer nuevos planes de distribución de asistencia.
“La orden de evacuación abarca todas las áreas de vías alternativas y almacenes y centros desde donde habíamos iniciamos las operaciones, ahora tenemos que ver las implicaciones de la orden”, acotó.
En este sentido, indicó que su oficina habla a diario con Israel y para plantearle las dificultades que afronta la comunidad humanitaria.
“Espero que podamos llegar a un acuerdo para que esas áreas sean protegidas y que no las golpee la embestida militar en las próximas horas para luego, posiblemente, reiniciar nuestras operaciones de socorro. No tenemos problema para trabajar independientemente de quién controle las zonas”, recalcó.
Desplazamiento hacia el mar
Tras la orden de evacuación, la población que se desplaza de Khan Yunis se dirige hacia el mar, que es una zona ya súper poblada, por lo que OCHA busca soluciones logísticas, “aunque se trata de un problema político”, declaró De Domenico.
El principal reto desde el inicio de la guerra, agregó, es que la operación humanitaria no consiste en una sola acción, como sería la entrada de camiones con suministros vitales, sino la combinación de múltiples factores. “Nuestra capacidad de medir cómo o qué necesitamos depende de cuánto podamos movernos y de traer personal y pertrechos”.
Con respecto a la conectividad y el internet, así como los teléfonos, declaró que son fundamentales para organizar los operativos y planes cada día. Sin comunicaciones no podemos coordinar las operaciones, además de que es una cuestión de seguridad, sostuvo.
Todo Gaza es una línea de fuego
En esta línea, reiteró que nadie está a salvo en ningún lugar de Gaza, y citó a los 274 trabajadores humanitarios y voluntarios de socorro muertos de octubre a la fecha, muchos de ellos en servicio. También refirió que los palestinos asesinados suman más de 37.000, según las autoridades de salud de la Franja.
“Gaza es el único lugar en el mundo en el que la población no puede encontrar refugio seguro ni escapar de la línea de fuego, todos los lugares son líneas de fuego, incluso las llamadas zonas seguras son bombardeadas”, puntualizó.
Sin embargo, aseguró que la ONU no se dará por vencida. “Seguiremos buscando la manera de asistir a la población sin que el personal humanitario arriesgue la vida”.
Precisó también que de los 3400 millones de dólares solicitados a la comunidad de donantes para entregar ayuda en Gaza hasta el momento se ha recibido apenas el 45%, e hizo hincapié en la urgencia de movilizar los recursos ahora para acelerar la asistencia en cuanto la situación lo permita.
Finalmente, recordó una vez más que todas las partes tienen la responsabilidad de ayudar a los civiles “y nuestro papel es ayudar a las partes a cumplir con su obligación, es su obligación”.