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La violencia y la hambruna amenazan a millones de personas en Sudán
Además, en el último año, miles de niños han sido asesinados y heridos. Los niños han sido reclutados, secuestrados y sometidos a violaciones y otras formas de violencia sexual.
La violencia atroz y el riesgo de hambruna siguen acechando a la población de Sudán, advirtió el viernes el personal humanitario de la ONU, que se hizo eco de la condena por parte del Secretario General de la ONU, António Guterres, del ataque perpetrado hace dos días contra una aldea al sur de Jartum, que se cree que ha causado más de 100 muertos.
“El Secretario General condena enérgicamente el ataque presuntamente perpetrado el 5 de junio por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la aldea de Wad Al-Noura, en el estado de Jazira, en el que habrían muerto más de 100 personas”, dijo su portavoz en un comunicado, en el que también subrayó “el inmenso sufrimiento de la población sudanesa como consecuencia de las continuas hostilidades”.
Mohamed Refaat, jefe de la misión de la Agencia de la ONU para las Migraciones (OIM) en Sudán, informó a los periodistas en Ginebra, desde Port Sudan, de “informes verdaderamente espeluznantes de ataques violentos y víctimas” en la aldea de Wad Al-Noura, en el estado de Aj Jazirah, el miércoles pasado.
Sus comentarios se produjeron mientras imágenes de vídeo no confirmadas mostraban decenas de cadáveres enterrados en el pueblo tras un supuesto asalto de combatientes de la RSF fuertemente armados, a unos 112 kilómetros de la capital.
Se cree que entre los muertos hay al menos 35 niños, lo que ha provocado la enérgica condena de la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell.
“Este es otro sombrío recordatorio de cómo los niños de Sudán están pagando el precio de la brutal violencia”, dijo Russell en un comunicado a última hora del jueves. "En el último año, miles de niños han sido asesinados y heridos. Los niños han sido reclutados, secuestrados y sometidos a violaciones y otras formas de violencia sexual. Más de cinco millones de niños se han visto obligados a abandonar sus hogares".
Aumenta la preocupación
El máximo responsable de derechos humanos de la ONU también expresó su conmoción al conocer la matanza de Wad al-Noura, y afirmó que la RSF había “utilizado armas con efectos de área amplia, incluidos proyectiles de artillería, durante el ataque”.
“Estas muertes se suman a mis serias preocupaciones sobre el cumplimiento de los principios de distinción, proporcionalidad y precaución del derecho internacional humanitario por parte de quienes participan en los combates”, declaró Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"Los responsables de los homicidios ilegítimos deben rendir cuentas. ¿Cuántos civiles sudaneses más deben morir para que las partes en conflicto pongan fin a los combates?"
El punto álgido de Darfur
En otro punto álgido del conflicto, El Fasher, capital de Darfur Septentrional, en el oeste de Sudán, unos 800.000 civiles siguen en peligro, en medio de la intensificación de los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las RSF rivales.
Según Refaat, la ONU sigue sin poder acceder a la zona, ni a través de la línea de demarcación ni a través de la frontera y pidió a todas las partes que facilitaran el acceso sin trabas de la ayuda a la zona “a través de todas las rutas disponibles”.
Igualmente subrayó que los precios del agua y el combustible allí se han “disparado”, haciendo inasequibles los artículos de primera necesidad.
El portavoz de la OIM señaló que el desplazamiento interno en Sudán desde el comienzo del conflicto el 15 de abril del año pasado casi ha alcanzado la cifra de 10 millones, y que la inseguridad alimentaria es un factor cada vez más importante en la decisión de huir. Unos 18 millones de personas padecen hambre aguda en el país, mientras que 3,6 millones de niños están gravemente desnutridos.
Refugiados desamparados
Además de los desplazados internos, más de dos millones de personas han huido a través de las fronteras de Sudán hacia los países vecinos, principalmente Chad, Sudán del Sur y Egipto, “llegando a menudo en condiciones extremadamente vulnerables y muy traumatizadas”, subrayó Refaat.
Refaat también advirtió de que el año pasado se triplicó el número de sudaneses que “tomaron peligrosos corredores migratorios irregulares hacia Libia, Túnez y Europa”. Citó “informes no confirmados” de unas 2000 familias actualmente “varadas en duras condiciones, incluidos migrantes entre las fronteras entre Egipto, Libia y Sudán”.
Solidaridad chadiana con los más traumatizados
Haciéndose eco de sus comentarios, Alpha Seydi Ba, portavoz regional de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para África Occidental y Central, habló de la devastadora situación en Chad, donde han llegado más de 600.000 sudaneses desde el comienzo de la crisis. “Se ha visto llegar diariamente a decenas de personas en muy, muy mal estado, y la mayoría son mujeres, niños que han sufrido un trauma inimaginable, inimaginable”, dijo.
Chad ya acogía a más de 400.000 refugiados sudaneses antes de esta crisis, explicó Ba, antes de expresar el agradecimiento de la agencia de la ONU por el hecho de que las autoridades “hayan mantenido abiertas sus fronteras”.
Pero responder a las necesidades básicas de los refugiados, como alojamiento, alimentos, acceso a la educación para los niños y apoyo psicológico, se ha convertido en una tarea cada vez más difícil debido a la escasez de fondos.
ACNUR declaró que el plan de respuesta para los cinco países vecinos que acogen a los que han huido de Sudán, por un total de 1.400 millones de dólares, sólo está financiado en un 9%. La respuesta humanitaria dentro de Sudán sólo está financiada en un 16%.
Colapso sanitario
Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), dio la voz de alarma sobre la grave situación de la sanidad en el país, advirtiendo de que se estaba “colapsando”.
Christian Lindmeier, portavoz de la OMS, declaró a los periodistas en Ginebra que alrededor del 65% de la población carece actualmente de acceso a la atención sanitaria. “La asistencia sanitaria en Sudán dependía normalmente en gran medida de Jartum, donde el sistema sanitario estaba diezmado”, explicó.
"Sólo alrededor del 25% de los suministros médicos necesarios están disponibles en el país. En las zonas de difícil acceso, sólo entre el 20% y el 30% de los centros sanitarios siguen funcionando, y aun así, a un nivel mínimo."
Amenaza de sarampión
El portavoz de la agencia sanitaria de la ONU advirtió de un número récord de casos de sarampión en 2023, ya que las tasas de vacunación disminuyeron debido al conflicto, añadiendo: “Desgraciadamente, esperamos que 2024 sea peor”.
La OMS dijo que el cólera, la malaria y el dengue también están en aumento y expresó su preocupación por la falta de tratamiento para las personas que sufren de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón e insuficiencia renal.