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Más de 14,6 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Ucrania
A más de dos años del inicio de la incursión rusa en Ucrania, el 40% de la población precisa alguna forma de asistencia, dice la coordinadora adjunta de ayuda de emergencia, e insta al órgano resolutivo a proteger a los civiles y buscar la paz para ese país. También recuerda a ambas partes sus obligaciones según el derecho internacional.
Más de dos años después de su escalada, la guerra en Ucrania continúa destrozando las vidas, los hogares y el futuro de los civiles, millones de los cuales dependen de la ayuda humanitaria, dijo este viernes la coordinadora adjunta de Ayuda de Emergencia de la ONU al Consejo de Seguridad.
En una sesión dedicada a la situación humanitaria en Ucrania, Joyce Msuya, afirmó que la magnitud de las necesidades humanitarias en ese país sigue siendo enorme y precisó que más de 14,6 millones de personas, cerca del 40% de la población, precisa alguna forma de asistencia para sobrevivir.
“Millones de personas se enfrentan a otro año, y potencialmente a otro invierno, de sufrimiento y privaciones. Muchos, en particular los de las comunidades en la primera línea de combates, siguen dependiendo de la ayuda humanitaria para satisfacer sus necesidades más básicas”, insistió.
Msuya señaló que los organismos de la ONU y sus socios continúan brindando apoyo a las personas afectadas por la guerra, pero subrayó que cuanto más duren la violencia y la destrucción, la tarea de reconstruir vidas y comunidades devastadas será mayor, además de que aumentará el sufrimiento de la gente.
Afirmó que el impacto a largo plazo de la conflagración durará muchas generaciones y reiteró el llamado a los miembros del Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional en su conjunto a trabajar para ponerle fin.
“Seguimos instando al Consejo de Seguridad y a todos los Estados Miembros a que hagan todo lo que esté a su alcance para garantizar el respeto a las reglas de la guerra, buscar la paz y poner fin al sufrimiento del pueblo ucraniano”, puntualizó.
Las víctimas civiles aumentan
Msuya informó que las víctimas civiles van en aumento, con unas 174 personas muertas y 690 heridas en mayo, más de la mitad ellas en Kharkov, donde también hay más de 18.000 desplazados, de acuerdo con cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Añadió que más de 12.000 personas reciben asistencia en el centro de tránsito de Kharkov, lo que incluye alimentos, agua, ropa, artículos para el hogar, dinero en efectivo y apoyo psicosocial.
Sin embargo, continuó, los civiles que permanecen en las zonas fronterizas y de primera línea de la misma región se encuentran en condiciones difíciles. “Muchos de ellos no tienen acceso a alimentos, atención médica, electricidad o gas”, indicó.
La subtitular de la Oficina de Asuntos Humanitarios destacó que la ONU ha confirmado que desde el 24 de febrero de 2022, cuando empezó la incursión rusa, al menos 11.000 civiles han muerto y 21.000 civiles han sido heridos en Ucrania, aunque es probable que las pérdidas reales sean mucho mayores.
Ataques a la infraestructura
Por otra parte, expresó preocupación por los ataques sistemáticos a la infraestructura energética ucraniana, apuntó, especificando que desde el inicio de la guerra se han registrado seis oleadas de ataques de este tipo en 15 regiones.
Estos ataques han golpeado los sistemas sanitarios, sociales, de pago y de transporte, así como el suministro de electricidad, gas y agua, afectando a millones de familias.
Msuya dijo que la capacidad de generación del sistema energético de Ucrania ha caído más del 60% desde febrero de 2022.
Asimismo, denunció el impacto de los ataques a la infraestructura portuaria y de transporte de Ucrania en la seguridad alimentaria mundial, que se han reflejado en los altos precios de los cereales.
Expresó la necesidad de garantizar una navegación segura a lo largo del Mar Negro y la protección de los puertos y la infraestructura civil asociada para que las exportaciones de alimentos puedan fluir de manera predecible y eficiente hacia los mercados mundiales.
Ataques en territorio ruso
Msuya también dio fe de los ataques en Rusia en los últimos meses, incluida la región de Belgorod, que provocaron víctimas civiles y daños a edificios residenciales y otras infraestructuras civiles.
“Me veo obligada, una vez más, a recordar que todas las partes deben respetar las normas del derecho humanitario internacional, incluso facilitando la ayuda humanitaria a los civiles necesitados y velando constantemente por proteger a todos los civiles y a los bienes de carácter civil como viviendas, escuelas, hospitales y otras infraestructuras esenciales”, recalcó.
La alta funcionaria recalcó que estas leyes obligan a todas las partes por igual, sin depender de la reciprocidad y dondequiera que se realicen operaciones militares, sea en Ucrania o en la Federación de Rusia.
“Conmino a todos los Estados a ejercer su influencia para garantizar que las partes respeten el derecho internacional humanitario”, puntualizó Msuya.
La UNESCO y 28 países apoyarán al sector de la cultura en Ucrania
Los representantes de 28 países anunciaron hoy que aumentarán su apoyo a la recuperación del sector cultural ucraniano bajo la coordinación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El director general adjunto de ese organismo, Ernesto Ottone, sostuvo que no se pueden curar las heridas de la guerra sin cultura.
“No puede haber crecimiento sostenible ni prosperidad sin cultura. Este es el significado de la acción llevada a cabo por la UNESCO en Ucrania desde febrero de 2022. Y es por eso por lo que el compromiso asumido hoy por una treintena de nuestros Estados Miembros será un hito”, acotó Ottone.
Un nuevo plan de acción respaldará a los artistas y profesionales de la cultura en Ucrania, al igual que la protección y restauración de sitios, y la reactivación de la vida cultural.
La UNESCO ha verificado daños a 400 sitios, entre ellos 191 edificios históricos y artísticos, 137 edificios religiosos, 31 museos, 25 monumentos, 15 bibliotecas y un archivo. Su rehabilitación requeriría alrededor de 680 millones de dólares anuales hasta 2033.