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Amenaza de hambruna para millones de personas en el Sudán
Alrededor de 18 millones de personas en Sudán padecen ya hambre aguda y 3,6 millones de niños están gravemente desnutridos, mientras se sigue impidiendo a las organizaciones humanitarias proporcionar ayuda vital.
En una sombría evaluación de la grave situación en Sudán, donde el conflicto se encuentra en su segundo año, los responsables de 19 organizaciones humanitarias mundiales alertaron este viernes de que, “morirá más gente” si se siguen poniendo obstáculos al suministro de ayuda.
El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Jens Laerke, declaró a la prensa en Ginebra que “es probable que la hambruna se apodere de amplias zonas del país, que más personas huyan a los países vecinos, que los niños sucumban a las enfermedades y la desnutrición y que las mujeres y las niñas se enfrenten a sufrimientos y peligros aún mayores”.
Sorprendente magnitud del hambre
Alrededor de 18 millones de personas en Sudán padecen ya hambre aguda y 3,6 millones de niños están gravemente desnutridos, según el portavoz de la OCHA.
Estos niños corren un grave peligro, insistió Laerke, ya que “tienen entre 10 y 11 veces más probabilidades de morir” que los jóvenes que tienen suficiente para comer.
A pesar del aumento de las necesidades de estos ciudadanos, los trabajadores humanitarios siguen enfrentándose a “obstrucciones sistemáticas y denegaciones deliberadas de acceso por las partes en conflicto”.
Acceso demasiado peligroso
Laerke subrayó que “los movimientos a través de las líneas de conflicto a partes de Jartum, Darfur, Aj Jazirah y Kordofan están cortados desde mediados de diciembre” y que en marzo y abril de este año se negó la ayuda humanitaria a casi 860.000 personas en estas zonas.
Las condiciones para el suministro de ayuda son “muy malas y peligrosas”, añadió, y dijo que los trabajadores humanitarios están siendo asesinados, heridos y acosados, mientras que los suministros humanitarios han sido saqueados.
Además, se ha reducido a un “goteo” la entrega de ayuda en Darfur tras el cierre en febrero del paso fronterizo de Adré entre Chad y Darfur occidental.
Preocupados por los bajos niveles de financiación para la crisis, los trabajadores humanitarios también pidieron a los donantes que desembolsaran urgentemente las promesas realizadas en la Conferencia Humanitaria Internacional para Sudán y sus Vecinos, celebrada en París el 15 de abril; el llamamiento humanitario para Sudán por un total de 2700 millones de dólares sigue financiado sólo en un 16%.
Éxito en Darfur
En un hecho más positivo, la semana pasada los camiones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) consiguieron entrar en Sudán desde Chad a través del paso fronterizo de Tine. La agencia informó de que se están transportando 1200 toneladas métricas de suministros alimentarios para unas 116.000 personas a través de la región de Darfur.
El viernes, Leni Kinzli, del PMA en Sudán, confirmó que los convoyes destinados a Darfur Central (Umshalaya y Rongatas) han llegado a sus destinos finales, aunque el convoy que se dirigía a 12 destinos en Darfur Meridional, incluidos los campos de desplazados de Nyala, sigue en tránsito.
Atacados por todas partes
Mientras tanto, Laerke advirtió que, en El Fasher, capital de Darfur del Norte, donde recientemente se intensificaron los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) rivales, unos 800.000 civiles se preparan para un “ataque inminente y a gran escala”.
Refiriéndose a las SAF y las RSF, Laerke dijo: “Queremos que estos generales encuentren la forma de resolver sus diferencias no mediante la violencia que mata, mutila y viola a cientos de miles de personas en Sudán, sino que lo hagan de otra manera”.
El jueves, la máxima responsable de ayuda de la ONU en el país, Clementine Nkweta-Salami, advirtió de que la población civil está “siendo atacada desde todos los flancos”.
Nkweta-Salami también señaló que las partes en conflicto han atacado instalaciones médicas, campos de desplazados e infraestructuras civiles críticas en El Fasher, y que partes de la ciudad se han quedado sin electricidad ni agua.
En su declaración conjunta, los dirigentes de los organismos humanitarios pidieron a las partes beligerantes que protegieran a los civiles, facilitaran el acceso de la ayuda humanitaria y decretaran un alto el fuego en todo el país.