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Gaza: La escalada israelí en Rafah empeora una situación de por sí terrible
Esa ciudad del sur de la Franja de Gaza se ha convertido en un pueblo fantasma y, luego de la huida de más de 450.000, continúa el éxodo en busca de un sitio seguro. “Los civiles deben ser respetados y protegidos en todo momento, en Rafah y en todo Gaza”, recuerda el titular de la ONU.
La escalada militar de las fuerzas israelíes en la ciudad de Rafah y su entorno hace aún más difícil el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza y empeora la de por sí terrible situación de los palestinos que viven en ese territorio, advirtieron las agencias de la ONU al unísono con el Secretario General de la Organización.
“Los civiles deben ser respetados y protegidos en todo momento, en Rafah y en todo Gaza”, subrayó António Guterres en un comunicado de su portavoz, e insistió en que no hoy ningún lugar seguro para los gazatíes.
Tras señalar que Hamás sigue tirando cohetes indiscriminadamente, Guterres urgió una vez más a un alto el fuego humanitario en toda la Franja de Gaza y a liberar a los rehenes.
El titular de la ONU también instó a reabrir el cruce de Rafah y a permitir la entrada de asistencia vital para la desesperada población gazatí.
Una cruel pesadilla
En el mismo tenor, la directora regional para Medio Oriente del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destacó la acentuación del sufrimiento de cientos de miles de niños que llevan casi 220 días “soportando una cruel pesadilla”.
“No podemos aceptar que su tragedia se retransmita en directo como un daño colateral de un conflicto que nunca eligieron”, recalcó Adele Khodr.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) reportó que Rafah se ha convertido en un pueblo fantasma e informó que para el martes, unas 450.000 personas habían huido sin que el éxodo se detenga.
Esas familias desplazadas buscan resguardarse donde pueden, incluso entre dunas de arena o escombros.
Sin agua
La UNRWA alertó de la falta generalizada de acceso a agua, letrinas o refugio y explicó que si los suministros vitales no pueden entrar a Gaza y si no hay combustible para transportarlos, es imposible mejorar la situación en los lugares de desplazamiento.
La ONU ha resaltado la destrucción de las infraestructuras de agua gazatíes, detallando que en el norte hay pozos indispensables que han sufrido grandes daños, mientras que en Rafah al menos ocho instalaciones están fuera de servicio, lo que afecta a unas 300.000 personas, que muy probablemente recurrirán al agua contaminada y enfermarán gravemente.
Bombardeos en el norte
Los bombardeos y las arremetidas terrestres israelíes también se han intensificado en el norte de Gaza, causando gran destrucción en muchas zonas, como los campamentos de refugiados de Jabaliya y Beit Lahia. Estos ataques han obligado a más de 64.000 personas a abandonar sus devastados hogares.
Los organismos de la ONU reiteraron que las operaciones humanitarias se han convertido en el único salvavidas para toda la población de Gaza y deploraron que estén amenazadas por la guerra.
“Las personas que están en riesgo inminente de hambruna han dejado de recibir ayuda”, recalcó Adele Khodr, de UNICEF, y añadió que de no reabrirse sin dilación los pasos fronterizos a los suministros humanitarios, se producirá una tragedia “todavía mayor que la que observamos ya”.
Por su parte, la Oficina para Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que continúan las tareas de restauración del centro médico Nasser, en Khan Younis, con el objetivo de restablecer los servicios sanitarios lo más pronto posible. El hospital empezó desde la semana pasada a ofrecer tratamiento de diálisis.
Ataques a la ONU en Cisjordania
Mientras tanto, fuera de Gaza, colonos israelíes atacaron el lunes en Cisjordania camiones de OCHA con avituallamientos para la Franja.
“Los colonos descargaron y destrozaron los vehículos en el puesto de control de Tarqumiya y cerca de la barrera de Beit 'Awwa”, precisó la Agencia.
Además, la noche del martes se registró otro intento de incendiar las instalaciones de UNRWA en Jerusalén.