Krista Rivas, una historia de inspiración para la juventud refugiada: Cree en ti, involúcrate, no dejes que nada ni nadie te detenga
Una joven nicaragüense refugiada en México narra para Noticias ONU los obstáculos que tuvo que atravesar para poder estudiar y llegar a convertirse en una voz representativa de los jóvenes a nivel mundial. Con ella, convoca a todos sus coetáneos a luchar por sus derechos.
En el corazón de la sede de la ONU en Nueva York, Inazio Lopez conversó con Krista Rivas Gutierrez, una joven refugiada nicaragüense de 25 años, durante el recientemente celebrado Foro de la Juventud. Para ella, este evento no es simplemente una reunión; es un símbolo de esperanza y oportunidad para la juventud de todo el mundo.
"Para mí, estar aquí es algo muy significativo e importante porque significa que al fin nos van a poder escuchar, al fin podremos participar y la juventud podrá realmente ser parte de algo grande", comenta Krista en el marco del Foro, organizado por el Consejo Económico y Social (ECOSOC). "Siempre escuché la frase de 'la juventud es el futuro de la sociedad', pero también somos parte del presente".
Krista, estudiante de arquitectura gracias a una beca otorgada por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), es una voz inspiradora en la lucha por los derechos de los refugiados y los jóvenes. Su viaje hacia el activismo comenzó en México.
"Todo empezó con mi experiencia siendo refugiada", explica Krista, que cuenta que cuando llegó al país norteamericano atravesó “ciertos obstáculos para poder acceder a cosas básicas”. Pero esos, obstáculos no la amilanaron.
La educación le abrió la puerta
“Lo primero que quería hacer era estudiar, pero fue un poco difícil acceder a la educación. Es entendible, porque en nuestra región los países no estaban acostumbrados a recibir a tantas personas refugiadas, normalmente eran países de paso. Aún se está trabajando en actualizar las políticas”, reseña.
Al principio, encontró muchas complicaciones, ya que para acceder a la educación, tuvo que estudiar temas que en su país nunca había visto, pues los sistemas educativos cambian de un país a otro. Después, tuvo que lidiar con la burocracia: “cosa que creo que todos hemos vivido”.
“(La educación) fue la primera experiencia que realmente me abrió las puertas para poder unirme a este mundo. Luego, gracias a una beca que me dio ACNUR, pude continuar con mis estudios. Hoy en día puedo seguir estudiando, soy estudiante da arquitectura”.
Tras atravesar los obstáculos, empezó a colaborar con otras personas que también “experimentaron cosas iguales o incluso peores, como la barrera del lenguaje, la discriminación, y muchos otros problemas”, así que decidió unirse “para poner alzar la voz por ellos y por mí también".
Ayudar desde todos los ámbitos
Comprometida con los derechos de los jóvenes refugiados, Krista cree firmemente en el poder de la juventud como motor de cambio.
"Podemos ser parte de los espacios de toma de decisiones, así como podemos estar en el campo ayudando directamente a las personas. Somos capaces de hacer lo que sea. Tenemos voz, tenemos talento y podemos hacer lo que queramos hacer con nuestras vidas", afirma con convicción.
Para aquellos que desean comprometerse con una causa y defender su activismo, Krista ofrece palabras de aliento y orientación: "Habla. Una voz honesta tiene mucho más ruido que un grupo de personas. No pierdas el miedo, sigue adelante, confía en ti".
"Simplemente únete, y no dejes que nada te detenga", insiste.
El camino de Krista ha estado lleno de desafíos, pero también de logros significativos. Su testimonio es un poderoso recordatorio de la importancia de la inclusión y el apoyo a los refugiados y a los jóvenes en todo el mundo.
El apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha sido fundamental, demostrando el impacto positivo que puede tener la solidaridad internacional en la vida de los refugiados.
La voz de Krista, junto con la de otros activistas comprometidos, es fuente de inspiración para miles de personas y la esperanza de un futuro más justo y prometedor para todos.