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Colombia registra una modesta mejora de la seguridad alimentaria
Alrededor de 13 millones de colombianos se enfrentan a una falta moderada o severa de acceso regular a suficientes alimentos, frente a los 15 del año anterior. Además, la mitad de los hogares están en riesgo de caer en una situación más severa como resultado de factores externos, como los fenómenos meteorológicos extremos.
Los resultados de un último estudio realizado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Colombia muestran una reducción del 5% en la inseguridad alimentaria, con 13 millones de personas que no tienen acceso a suficiente comida, frente a los 15 millones del año anterior.
Una persona sufre inseguridad alimentaria cuando carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y una vida activa y sana. Esto puede deberse a la falta de disponibilidad de comida o a la falta de recursos para obtenerlos. Puede experimentarse en diferentes niveles de gravedad*.
A pesar de los avances en las acciones colectivas para enfrentar la situación en el país, el Diagnóstico de Seguridad Alimentaria en la Población Colombiana, realizado a finales de 2023, también revela que la mitad de los hogares colombianos se encuentran en una situación de seguridad alimentaria marginal y están en riesgo de caer en una situación más severa como resultado de factores externos.
Estos incluyen el impacto de El Niño y La Niña que traen variaciones en los caudales de los ríos y el riesgo de incendios forestales, y la desaceleración económica que causa inestabilidad en los precios de los alimentos que puede afectar el acceso a los alimentos, especialmente para los más pobres.
Recortar gastos para poder comer
Aunque la capacidad de los hogares para comprar alimentos ha mejorado desde la anterior evaluación de 2022, muchas familias se ven obligadas a gastar sus ahorros, comprar a crédito o recortar en gastos sanitarios para poder llevar comida a sus mesas. El 43% de los hogares encuestados declararon haber tenido dificultades para acceder a los alimentos en los últimos seis meses.
La evaluación del PMA muestra que sólo uno de cada tres colombianos tiene niveles aceptables de consumo de alimentos, mientras que algo más de la mitad de la población suele recurrir a consumir alimentos menos preferidos, comer menos y reducir el número de comidas diarias. En algunos casos extremos, los adultos renuncian a sus raciones para que los niños puedan comer, y algunos incluso pasan días sin comer.
Efectos del conflicto armado
El conflicto armado sigue siendo una de las principales causas de la inseguridad alimentaria en Colombia, señaló el PMA, ya que el 11% de los hogares encuestados declararon haberse visto afectados por un acontecimiento violento en los últimos seis meses, con desplazamientos y lesiones personales en la mayoría de los casos.
"La evaluación destaca los problemas de acceso a los alimentos, la falta de micronutrientes importantes, la alta vulnerabilidad económica y el uso de mecanismos de afrontamiento como la reducción del tamaño y la frecuencia de las comidas”, declaró el director de la agencia en el país.
Carlo Scaramella señaló además que es necesario “abordar los factores subyacentes que siguen afectando a la seguridad alimentaria en Colombia, fortaleciendo los sistemas alimentarios para aumentar la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad de la población".
Diferencias por regiones
La evaluación destaca que el nivel más alto de inseguridad alimentaria persiste en La Guajira (59%). El departamento con la tasa más baja es San Andrés y Providencia (3%), en el Caribe.
Asimismo, las zonas rurales presentan mayor inseguridad (31%) que las urbanas (24%) debido a la precariedad de los ingresos y al mayor impacto de los fenómenos meteorológicos extremos.
Sin embargo, el número total de personas en situación de inseguridad alimentaria sigue siendo mayor en términos absolutos en las zonas urbanas, ya que la población se concentra en las ciudades. En el caso del distrito de Bogotá, un millón de personas se encuentran en situación de inseguridad, lo que representa el 13% de la población de la capital.
En este contexto, la agencia de la ONU trabaja de la mano con instituciones y comunidades para ayudar a enfrentar el hambre y la pobreza, a través de programas de desarrollo que brindan oportunidades a las comunidades más vulnerables para construir sus medios de vida.
Formación, financiación inicial, asistencia técnica y apoyo social y empresarial son algunas de las iniciativas que el PMA ha puesto en marcha en este sentido, señaló el organismo.
* Según la definición de la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).