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Guterres pide revocar la suspensión de la financiación de la agencia para los refugiados palestinos
El responsable de las Naciones Unidas señala que cualquier empleado de la agencia para los refugiados palestinos implicado en los ataques tendrá que rendir cuentas, incluso mediante acciones penales. Sin embargo, pide a los gobiernos que garanticen la continuidad de unas operaciones humanitarias de las que dependen dos millones de personas en Gaza, brindando refugio, alimentos y asistencia sanitaria.
El Secretario General hizo un llamamiento a los países que suspendieron la financiación a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) para que reconsideren sus decisiones, con el fin de garantizar la continuidad de sus vitales operaciones humanitarias.
En un comunicado emitido el domingo, António Guterres afirmó que la Organización está respondiendo rápidamente a las gravísimas acusaciones de que varios miembros del personal de la agencia estuvieron implicados en los ataques del 7 de octubre en el sur de Israel.
Tras las acusaciones, inmediatamente se activó una investigación por parte de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna, el máximo órgano de investigación del sistema de la ONU.
"Cualquier empleado de la ONU implicado en actos de terror tendrá que rendir cuentas, incluso mediante acciones penales", declaró Guterres.
Nueve países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, han suspendido la financiación a la agencia.
Miles de vidas en peligro
Más de dos millones de civiles en la Franja de Gaza dependen de la ayuda vital proporcionada por UNRWA. La agencia gestiona refugios para más de un millón de personas y ha estado proporcionando alimentos y asistencia sanitaria desde el inicio del conflicto.
Sus programas son aún más vitales dada la amenaza de hambruna que se cierne sobre el enclave asolado por la guerra. Sin embargo, su financiación actual es insuficiente para cubrir todas las necesidades de apoyo en febrero.
Reconociendo la preocupación de los países que paralizaron los fondos y expresando su propio horror ante las acusaciones, Guterres hizo un firme llamamiento a los gobiernos que suspendieron las contribuciones para que, al menos, garanticen la continuidad de las operaciones de la agencia.
"Los abominables presuntos actos de estos miembros del personal deben tener consecuencias. Pero las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para UNRWA, muchos de ellos en algunas de las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios, no deben ser penalizados", dijo.
"Deben satisfacerse las terribles necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirven", finalizó.
Investigación independiente en curso
Ya el pasado 17 de enero, el responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció una investigación independiente de la agencia. De los 12 individuos implicados, nueve fueron inmediatamente identificados y cesados por el funcionario. Se ha confirmado la muerte de uno de ellos y se está aclarando la identidad de los otros dos.
Al igual que el Secretario General, Lazzarini afirmó que la decisión de algunos países de interrumpir la financiación pondrá en peligro sus programas de salvamento, y les instó a reconsiderarla.
"Sería inmensamente irresponsable sancionar a una agencia y a toda una comunidad a la que sirve debido a acusaciones de actos criminales contra algunos individuos, especialmente en un momento de guerra, desplazamientos y crisis políticas en la región", señaló.
Lazzarini añadió que "las vidas de las personas en Gaza dependen de este apoyo y también lo hace la estabilidad regional".
Permitir la asistencia humanitaria
Por último, el funcionario citó la sentencia del viernes de la Corte Internacional de Justicia que ordena a Israel tomar medidas para permitir la asistencia humanitaria a la población de Gaza.
"La única forma de hacerlo es mediante la cooperación con los socios internacionales, especialmente con la UNRWA como principal actor humanitario en Gaza", dijo.
La UNRWA fue creada por la Asamblea General de la ONU en 1949 con el mandato de proporcionar asistencia humanitaria y protección a los refugiados palestinos registrados. Además de en la Franja de Gaza, la agencia opera en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, Jordania, Líbano y Siria.