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Los Estados deben garantizar una migración basada en los derechos humanos
A cinco años de la aprobación del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el líder de la ONU sostiene que se ha convertido en un recurso para que los Estados mejoren la cooperación y amplíen las vías para la movilidad, aunque advierte que estas medidas siguen siendo la excepción, no la norma.
Este lunes se conmemora el Día Internacional del Migrante, una jornada para destacar la necesidad de una gobernanza migratoria segura, basada en la solidaridad, la colaboración y el respeto de los derechos humanos.
Gestionada adecuadamente, la movilidad puede ser una piedra angular para el desarrollo sostenible, la prosperidad y el progreso. Liberar el potencial de la migración es clave en el impulso a los esfuerzos para la consecución de la Agenda 2030.
“La migración es una realidad y una fuerza positiva. Fomenta el intercambio de conocimientos e ideas y contribuye al crecimiento económico. Permite a millones de personas buscar oportunidades y mejorar su vida”, declaró el Secretario General.
Sin embargo, sin los marcos adecuados expone a los migrantes a los traficantes, la explotación los abusos, e incluso, la muerte, añadió António Guterres.
Cinco años de Pacto Mundial
Para hacer frente a estos desafíos, la comunidad internacional aprobó hace cinco años el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.
“El Pacto se ha convertido en un importante punto de referencia y un recurso para que los Estados Miembros evalúen las acciones, mejoren la cooperación y amplíen las vías para la migración basadas en los derechos. Sin embargo, estas medidas siguen siendo la excepción, no la norma”, señaló Guterres, quien instó a trabajar por una gestión “más humana” de la migración.
En este sentido, la directora ejecutiva de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que la importancia de unir esfuerzos y trabajar “en torno a soluciones centradas en las personas; soluciones que funcionen para que las personas permanezcan en sus comunidades y para las que quieran o deban migrar”.
Amy Pope destacó el papel de las personas en movimiento como poderosos agentes de desarrollo, tanto en los países de origen como en los de destino.
“Los migrantes mantienen a menudo un vínculo estrecho con sus países de origen, a la vez que se integran en sus nuevas comunidades, donde brindan un importante acervo de conocimientos, experiencias y competencias. Todo ello crea una mezcla única de culturas y perspectivas”, añadió.
Hacer frente a la xenofobia y la discriminación
A pesar de las contribuciones sociales, económicas y culturales que generan los migrantes tanto a las sociedades de tránsito como a las de acogida, muchos de ellos y sus familias se enfrentan a graves violaciones de los derechos humanos, destacó el relator especial sobre las garantías fundamentales de los migrantes*.
"Debemos empoderar y reconocer el papel de los migrantes en la interacción positiva (…) con el fin de eliminar todas las formas de narrativas discriminatorias y discursos de odio contra los migrantes y sus familias”, señaló Gehad Madi.
El relator instó, además, a combatir las actitudes profundamente arraigadas de prejuicio, discriminación, racismo y xenofobia para garantizar la protección de los derechos fundamentales de los migrantes.
La amenaza del cambio climático
Según datos del Banco Mundial, el cambio climático podría obligar a 216 millones de personas de seis regiones del mundo a desplazarse dentro de sus países de aquí a 2050.
Por ello, el Comité de la ONU sobre los Trabajadores Migrantes instó a los Estados a tomar medidas para mitigar el fenómeno y para asegurarse de que no menoscabe los derechos humanos de los migrantes y sus familias.
“El cambio climático agrava la vulnerabilidad de los migrantes, ya que tienen pocas opciones y a menudo se ven obligados a migrar en condiciones que violan su dignidad humana y su integridad”, señaló el Comité.
Además, los integrantes de ese grupo especializado instaron a debatir sobre “cómo el racismo sistémico e histórico y otros sistemas de discriminación crearon esas vulnerabilidades” en primera instancia.
*Los relatores especiales y los Grupos de Trabajo forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo. Los titulares de mandatos de los Procedimientos Especiales son expertos independientes en derechos humanos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos para abordar situaciones específicas de países o cuestiones temáticas en todo el mundo. No forman parte del personal de la ONU y son independientes de cualquier gobierno u organización. Prestan sus servicios a título individual y no reciben un salario por su trabajo.