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Amazonas mexicanas: luchadoras dentro y fuera del ring para erradicar la violencia contra las mujeres
"Hemos demostrado que tenemos más ovarios para hacer muchas cosas y hemos demostrado y callado bocas acerca de lo que viene siendo la mujer en la lucha libre", asegura una deportista mexicana que, junto con otras compañeras, está peleando para que se reconozca la igualdad de la mujer en este campo.
En la mitología griega, las Amazonas, un pueblo gobernado por valerosas mujeres guerreras, destacaban por su fuerza y destreza con el arco y la flecha, logrando importantes victorias frente a ejércitos masculinos.
Inspiradas en ellas, las Amazonas del Consejo Mundial de Lucha Libre de México (CMLL) han emprendido una batalla dentro y fuera del cuadrilátero para hacer valer sus derechos en un deporte y una sociedad donde históricamente los estereotipos de género y la desigualdad las han obstaculizado. Pero esto está cambiando.
“No somos el sexo débil. En el ramo en el que estemos, las mujeres siempre vamos a destacar”, dice La Jarochita, una de las Amazonas, en entrevista con Noticias ONU. “Siempre decían que la mujer tenía que estar en casa, lavando trastes, cuidando hijos. Ahorita a la lucha libre femenil se le ha dado un empuje muy importante dentro del Consejo de la Lucha Libre”.
“Hemos demostrado que tenemos más ovarios para hacer muchas cosas y hemos demostrado y callado bocas acerca de lo que viene siendo la mujer en la lucha libre”, agrega Zeuxis, otra de las Amazonas, con más de 16 años de trayectoria.
Primero se luchó; luego se votó
El camino de las mujeres en este deporte no ha sido fácil. Si bien la lucha libre femenil en México inició en 1935, dos décadas antes de que las mujeres obtuvieran el derecho al voto, una prohibición en los años 50 del entonces Gobierno del Distrito Federal les cerró el acceso a los cuadriláteros de la capital y las replegó a las provincias.
Fue hasta 1986, en la Arena Coliseo, que se rompió este veto y se inició una nueva era para ellas en este deporte que, en 2018, fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México.
“Para mí ha sido difícil por el machismo. (Pero) todo esto ha ido cambiando gracias a nosotras. El Consejo Mundial de Lucha Libre nos ha abierto muchas puertas. Hemos cambiado los pensamientos de compañeros, de promotores y hemos conseguido carteles completamente de Amazonas”, destaca Lluvia, luchadora también con 15 años de trayectoria.
Dignidad, tenacidad, pasión y mucha disciplina son los valores que han tenido que forjar las luchadoras mexicanas para romper los techos de cristal dentro y fuera del ring.
“Para abrirnos paso en este deporte hemos entrenado a diario; entregarnos no al cien, al mil, en cualquier arena que nos presentemos, así sea la Arena México o la arena más humilde. Donde hay una Amazona presente, saben que va a haber una lucha de calidad y eso nos ha ayudado a abrirnos paso”, agrega Lluvia.
“De la lucha libre lo que más me gusta es su magia. Yo entrego alma, corazón y cuerpo a este deporte. Lo que me propongo lograr, siempre lo consigo”, señala La Jarochita.
Un mural que inspira y reivindica
Inspirado en las pioneras de este deporte tan popular, en las Amazonas y en las defensoras de los derechos de las mujeres, distintas entidades* de la ONU en México unieron esfuerzos con el Consejo para la elaboración del mural “La lucha no solo es en el ring”, ubicado en la fachada principal de la Arena México, conocida como la “Catedral de la lucha libre mexicana”, con el objetivo de promover la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra mujeres y niñas.
La obra, realizada por la artista oaxaqueña Mari Mariel en coordinación con el colectivo Imperfect Project, plasma la lucha histórica de las mujeres dentro y fuera del cuadrilátero por el respeto pleno a sus derechos. Asimismo, reconoce la valentía, persistencia y compromiso de quienes trabajan en su promoción y defensa.
“Es un homenaje con mucho respeto hacia todas las mujeres que han luchado. (En el mural) hay pioneras de la lucha, como la Dama Enmascarada, la primera mujer en portar una máscara. Y hay mujeres en una marcha, con pancartas, porque la lucha no solo es dentro del ring, hay que representar a estas mujeres luchadoras sociales”, cuenta Mari.
“Se destacan dos colores”, agrega. “El morado, por la lucha feminista. Y el naranja, que representa el color contra la violencia hacia la mujer”.
Mari retrata otros símbolos clave del movimiento amplio de mujeres, como la mano en alto color naranja, en alusión al No es no en contra del acoso sexual, y los puños con paliacates morados que suelen visualizarse en las marchas del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. Además, incluye a una niña como mensaje de esperanza y un mejor futuro para todas.
“¡Está muy bonito el mural! Ya nos tocaba que fuéramos mujeres (las protagonistas)”, opina Irene Morales, 65 años, vendedora de dulces afuera de la Arena México. “Siempre nos hacen menos para todo, pero también valemos. Valemos mucho. Somos fuertes y ya debemos poner un hasta aquí con la violencia contra las mujeres”.
“Está muy bien para que respeten a las mujeres y que no haya violencia sobre ellas, sobre nosotras”, agrega Rosa María Alvirde, 69 años, vendedora de máscaras.
En México, siete de cada diez mujeres mayores de 15 años han experimentado al menos una situación de violencia a lo largo de su vida.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI, además, revelan desafíos importantes para ellas en el deporte: solo 35,6% de las mujeres mayores de 18 años practican algún deporte o realizan ejercicio físico en su tiempo libre, frente a 49,5% de los hombres de la misma edad. Por otro lado, el abandono para realizar este tipo de actividades se asocia a la sobrecarga de trabajo doméstico o de cuidados que recae mayoritariamente en las mujeres.
Dos campañas globales: ¡Únete! y Derechos Humanos 75
El mural realizado en la Arena México se enmarca en dos iniciativas conmemorativas globales impulsadas por el Secretario General de la ONU: Derechos humanos 75, por el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la campaña ÚNETE y los 16 Días de Activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
¡ÚNETE! Invierte para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas, es el tema global de este año de la campaña por los 16 Días de Activismo contra la violencia de género, que inicia el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y se extiende hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
Además, el 29 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Defensoras de los Derechos Humanos. Las mujeres defensoras en el mundo enfrentan particulares condiciones de violencia, discriminación y estigmatización, por lo que su reconocimiento y protección es clave para que ellas puedan seguir con su labor.
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas son elementos esenciales de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible. La erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas es fundamental para el logro del Objetivo número 5, sobre Igualdad de Género, y el Objetivo 16, sobre Paz, Justicia e Instituciones sólidas.
*La Oficina del Coordinador Residente de la ONU en México, ONU Mujeres México, el Centro de Información de la ONU en México (CINU) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
Este reportaje ha sido elaborado por Eloísa Farrera, Luis Arroyo y Alejandro Olivera del Centro de Información de las Naciones Unidas en México.