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Sin soluciones políticas y de desarrollo, las necesidades humanitarias siguen creciendo en Sudán
La semana pasada llegó a la provincia de Darfur Oriental el primer convoy con asistencia vital desde el inicio del conflicto en Sudán. La directora de Operaciones de oficina humanitaria de la ONU afirma que los sudaneses sólo quieren la paz y llama a encontrar una salida a la crisis para que el país pueda prosperar.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que apenas la semana pasada llegó al estado de Darfur Oriental el primer convoy humanitario desde el inicio del conflicto en Sudán, tras nueve días de camino.
El cargamento incluye 430 toneladas de semillas agrícolas proporcionadas por la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que el Ministerio de Agricultura distribuirá a los agricultores de todo el estado. Una temporada agrícola fallida tendría consecuencias devastadoras para todas las comunidades de Darfur.
Las agencias de la ONU subrayaron que es urgente un mayor acceso humanitario para que todas las zonas agrícolas de Darfur puedan beneficiarse del suministro de semillas e instaron a las partes beligerantes a proporcionar a los campesinos acceso a las tierras agrícolas, garantizándoles su protección mientras plantan y cosechan sus cultivos.
¡Detengan la guerra!
La directora de la División de Operaciones de OCHA, Edem Wosornu, explicó que en Sudán, la gente está muriendo y sufriendo.
Tras visitar Puerto Sudán, señaló que los habitantes de esa ciudad son funcionarios civiles que necesitan sus sueldos para poder asistir a la población desplazada de Kordofán que llegó y ahora está con ellos.
Los sudaneses “sólo quieren la paz. Mi mensaje para los bandos es el mismo que me dio el pueblo sudanés: ¡Detengan la guerra. Detengan los combates y déjennos volver a nuestros hogares y vivir nuestras vidas!”, dijo.
En una entrevista con Noticias ONU, Wosornu explicó que, desde el punto de vista humanitario, las agencias de socorro deben prestar ayuda.
“Los niños están muriendo. Las madres están muriendo mientras se desplazan. Vi de primera mano a madres que habían llegado a través de la frontera a Adré. También estuve en Chad y vi a una madre cuyo hijo estaba sediento por el arduo viaje que había hecho, cruzando de un puesto de control al siguiente desde su pueblo en Darfur”, relató.
Insistió en que la gente de Sudán “sólo quiere volver a su vida cotidiana. Ese es mi mensaje para los bandos”.
Nos quedamos y cumplimos, pero no es el remedio
Con respecto al papel de la ONU dijo que la Organización tiene un mantra que es quedarse y cumplir, al menos con el aspecto humanitario.
“Cuando ocurre algo, nos quedamos y cumplimos. Nos quedamos y cumplimos en Sudán en medio de una situación muy difícil. Nos vamos a quedar para cumplir en Níger en medio de una situación muy difícil”, abundó.
Sin embargo, advirtió que “no hay solución humanitaria para ninguna crisis humanitaria. Los trabajadores humanitarios intervienen porque otras cosas no han funcionado, ya sean soluciones políticas que no han funcionado o desarrollo que no ha funcionado. Y entonces se produce un impacto humanitario”.
Wosornu hizo hincapié en que, no obstante el arduo trabajo de asistencia a la población vulnerable y necesitada, “sin soluciones políticas y de desarrollo, las necesidades humanitarias siguen creciendo”.
En este punto, también destacó que los programas de ayuda están muy poco financiados y pidió más recursos y apoyo para seguir salvando vidas.