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Haití: Se triplica en el primer semestre de 2023 el número de secuestros de mujeres y niños respecto a 2021
La mayoría de los casi 300 raptos en la primera mitad de 2023 se produjo por motivos económicos o estratégicos. La agencia de la ONU para la niñez destaca que no se puede tratar a estas personas como mercancías o moneda de cambio.
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) confirmó este lunes un alarmante ascenso en el número de secuestros de mujeres y niños en Haití. Según los últimos datos que maneja el organismo, durante los primeros seis meses de 2023 se produjeron cerca de 300 raptos, una cifra que iguala el registro de todo el año pasado y casi triplica los números de 2021.
En la mayoría de los casos, el móvil de los grupos armados es utilizar a estas personas con fines económicos o tácticos. Las víctimas que consiguen regresar a casa se enfrentan a profundas cicatrices físicas y psicológicas, posiblemente durante muchos años.
El director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, Gary Conille, calificó de “espeluznantes e inaceptables” las historias que les cuentan sus compañeros en el terreno.
"Las mujeres y los niños no son mercancías. No son moneda de cambio. Y nunca deben verse expuestos a este tipo de violencia inconcebible. La creciente tendencia de secuestros y raptos es extremadamente preocupante, y amenaza tanto al pueblo de Haití como a quienes han venido a ayudar", alertó.
UNICEF instó a la liberación inmediata y el retorno seguro de todas las personas secuestradas en la nación caribeña.
"He sido testigo de la extraordinaria resistencia de los niños, las mujeres y las familias haitianas, que se enfrentan a retos aparentemente insuperables y se niegan a rendirse", dijo Conille. "Sin embargo, su valentía encara un terror cada vez mayor e impensable. Esto debe terminar de inmediato".
Sistema sanitario colapsado y escuelas bajo ataque
La agencia de la ONU define como “catastrófica” la actual situación que vive Haití. Cerca de la mitad de la población, 5,2 millones de personas, precisa ayuda humanitaria, entre ellas casi tres millones de menores.
Aparte de los profundos traumas a los que se enfrentan mujeres y niños, los informes de UNICEF también indican que el sistema sanitario local se encuentra al borde del colapso y que las escuelas siguen siendo atacadas.
Otros aspectos como el aumento de la violencia, los saqueos, el bloqueo de carreteras y la generalizada presencia de grupos armados obstaculizan gravemente las labores humanitarias, dificultando la entrega de ayuda a las comunidades afectadas.
UNICEF también desempeña un papel crucial apoyando a los niños y a las víctimas que sobreviven a estos secuestros. Junto a sus aliados, proporciona asistencia vital, garantiza el acceso a la atención médica, apoyo psicosocial y espacios seguros donde los niños puedan comenzar el proceso de curación y recuperación.