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Mortalidad materna y racismo, hambre, deuda, odio religioso... Las noticias del miércoles
Las embarazadas afrodescendientes tienen muchas más posibilidades de morir durante el parto por el racismo en los sistemas de salud.El hambre sigue estando muy por encima de los niveles previos a la pandemia. Hay 122 millones de personas pasando hambre hoy que hace cuatro años. La deuda ahoga a los países en desarrollo y les impide mejorar la vida de sus ciudadanos, denuncia el Secretario General. Una resolución contra el odio religioso ha sido aprobada en el Consejo de Derechos Humanos.
Las embarazadas afrodescendientes de América tienen más posibilidades de morir por el racismo en los sistemas de salud
Las mujeres y niñas afrodescendientes del continente americano tienen más probabilidades de morir durante el parto, alertó este miércoles el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
En un nuevo estudio, el UNFPA refuta categóricamente el argumento de que estas muertes se deban a la incapacidad de buscar tratamiento oportuno, a haber hecho malas elecciones de estilo de vida o a tener predisposiciones hereditarias. En cambio, da cuenta de un patrón sistémico e histórico de abuso racista en el sector de la salud en todos los continentes.
La disparidad más extrema se observa en la nación más rica del planeta: en Estados Unidos, las mujeres y niñas negras tienen tres veces más probabilidades de morir durante el parto o las seis semanas posteriores, en comparación con las mujeres no afrodescendientes y no hispanas. La tasa es 2,5 veces superior en Surinam, y 1,6 veces en el Brasil y Colombia.
En el informe se concluye, además, que un nivel educativo y unos ingresos superiores tampoco sirven para obtener mayor protección: en Estados Unidos, la mortalidad materna entre las graduadas universitarias afroamericanas es 1,6 veces superior a la que se registra entre las mujeres blancas que no han completado la educación secundaria.
Más de 122 millones de personas se han sumado a las filas del hambre desde 2019
El hambre sigue estando muy por encima de los niveles previos a la pandemia. Unos 735 millones de personas padecen hambre en la actualidad, un aumento de 122 millones en los últimos cuatro años.
Se estima que en 2022 padecieron hambre en todo el mundo de 691 a 783 millones de personas, según la última edición del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, publicado este miércoles de forma conjunta por cinco organismos de las Naciones Unidas. Se observaron progresos en la reducción del hambre en Asia y América Latina, pero siguió aumentando en Asia occidental, en el Caribe y en todas las regiones de África. En este continente una de cada cinco personas se enfrenta al hambre, más del doble de la media mundial.
En todo el mundo, 148 millones de niños y niñas menores de cinco años (22,3 %) padecían retraso del crecimiento, 45 millones (6,8 %) sufrían de emaciación y 37 millones (5,6 %) tenían sobrepeso.
“La situación en 2022 muestra que estamos más lejos, no más cerca, de cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2, a no ser que tomemos acciones drásticas y cambiemos radicalmente la forma en la que gestionamos los sistemas agrícolas. Nos enfrentamos a una rápida urbanización y se proyecta que siete de cada diez personas vivirán en ciudades en 2050”, dijo QU Dongyu, director general de la FAO.
Se prevé que casi 600 millones de personas pasarán hambre en 2030: 119 millones más que si no hubieran ocurrido la pandemia y la guerra en Ucrania.
El informe también muestra que más de 3100 millones de personas en el mundo (42 %) no podían permitirse una dieta saludable en 2021.
La deuda ahoga a los países en desarrollo, denuncia Guterres pidiendo medidas de alivio
El Secretario General ha presentado un informe que denuncia que el pago de la deuda está impidiendo a los países en desarrollo mejorar el nivel de vida de sus habitantes e invertir en energías limpias.
“Unos 3300 millones de personas -casi la mitad de la humanidad- viven en países que gastan más en pagar los intereses de la deuda que en educación o sanidad. Y sin embargo, como la mayor parte de estas deudas insostenibles se concentran en los países pobres, no se considera que supongan un riesgo sistémico para el sistema financiero mundial. Esto es un espejismo. 3300 millones de personas es más que un riesgo sistémico. Es un fracaso sistémico”, dijo António Guterres ante la prensa.
En 2022, la deuda pública mundial alcanzó la cifra récord de 92 billones de dólares.
Una parte cada vez mayor está en manos de acreedores privados que cobran tipos de interés altísimos. De media, los países africanos pagan cuatro veces más por los préstamos que Estados Unidos y ocho veces más que los países europeos más ricos.
En total, 52 países -casi el 40% del mundo en desarrollo- tienen graves problemas de endeudamiento.
Guterres admitió que las “reformas profundas” del sistema financiero mundial “no se producirán de la noche a la mañana”, pero apostó por una serie de medidas que se pueden tomar “ahora mismo”.
Sus propuestas incluyen un mecanismo de renegociación de la deuda que apoye las suspensiones de pago, plazos de préstamo más largos y tipos más bajos.
El Consejo de Derechos Humanos aprueba una resolución contra el odio religioso
El Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución de condena al odio religioso tras la quema de un Corán en Suecia.
La resolución, presentada por Pakistán en nombre de las 57 naciones de la Organización de la Conferencia Islámica, pide al Alto Comisionado para los Derechos Humanos que elabore un informe sobre odio religioso; y a los países, que revisen sus leyes y aborden los resquicios que puedan “impedir la prevención y persecución de los actos o la incitación al odio religioso”.
El pasado 28 de junio, un inmigrante iraquí quemó un Corán frente a una mezquita en Estocolmo, Suecia, el mismo día en que se celebraba el Eid al Adha o Fiesta del Sacrificio, una de las festividades religiosas musulmanas más importantes. Desde entonces, se han producido protestas y manifestaciones en numerosos países musulmanes.
El texto fue aprobado con los votos a favor de 28 de los 47 Estados miembro. De los 12 Estados que votaron en contra, solo uno, Costa Rica, se engloba en el llamado “Sur Global”. El resto son Estados Unidos y diez países europeos que mostraron su oposición porque, dijeron, la resolución entra en conflicto con su visión de los derechos humanos y de la libertad de expresión. Siete países se abstuvieron, entre ellos México, Chile, Honduras y Uruguay.