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La comunidad internacional debe dar prioridad al regreso de los refugiados palestinos a su territorio
Desde hace 75 años esos refugiados han sido obligados a vivir en el exilio, en condiciones precarias y vulnerables fuera de las fronteras de Palestina, recuerda un grupo de expertos en derechos humanos que llama a permitir su retorno por encima de las consideraciones políticas. Se trata del desplazamiento de población más grande y prolongado desde la Segunda Guerra Mundial, apuntan los relatores.
El enorme sufrimiento de las personas desplazadas por la fuerza en cualquier parte del mundo es demasiado familiar para el pueblo palestino, que a 75 años de la Nakba, “el evento que destrozó la vida de los palestinos y cortó su conexión ancestral con su tierra durante el establecimiento del Estado de Israel”, sigue padeciendo desarraigo, despojo y privación de derechos, subrayó este miércoles un grupo de relatores especiales de la ONU*.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, celebrado el 20 de junio, los expertos recordaron que 2022 marcó el mayor aumento jamás registrado en el número de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo, con más de 108 millones de personas desarraigadas de sus hogares, más de la mitad mujeres y niñas.
Señalaron que en 2023, los conflictos y la violencia en curso y emergentes continúan obligando a más y más personas a huir, mostrando pocas perspectivas de soluciones duraderas. Empujados a recurrir a medidas desesperadas, más de 1200 migrantes murieron o desaparecieron en el Mediterráneo de enero de 2023 hasta la fecha.
En este contexto, destacaron el caso de los palestinos, a quienes se ha negado desde hace 75 años su derecho a la autodeterminación, la restitución y la compensación.
“Su grito de justicia, plasmado en la reivindicación del derecho al retorno, resuena con inquebrantable determinación”, afirmaron.
El desplazamiento es parte de su vida
Los relatores indicaron que el desplazamiento forzado se ha convertido en parte de la vida de los palestinos durante generaciones desde 1947-1949, cuando más de 750.000 personas se vieron obligadas a huir de masacres, expulsiones masivas y traslados forzosos durante el nacimiento del Estado de Israel.
Destacaron que la mayor parte de ese colectivo y sus descendientes todavía se encuentran en Jordania, Líbano, Siria, mientras que el 40% de ellos vive bajo ocupación en la Franja de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, desde 1967.
El exilio palestino los ha dispersado gradualmente hacia distintos países en el mundo, añadieron.
Los expertos recalcaron también que desde 1948 tanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad han pedido constantemente a Israel que facilite el regreso de los refugiados palestinos y proporcione reparaciones.
Sin embargo, lamentaron se les ha negado sistemáticamente su derecho a regresar y se les ha obligado a vivir en el exilio en condiciones precarias y vulnerables fuera de las fronteras de Palestina.
Derecho al retorno
“El derecho al retorno constituye un pilar fundamental del derecho del pueblo palestino a la libre determinación. La fragmentación del pueblo palestino, tanto geográfica como políticamente, a través de métodos administrativos de control basados en la residencia y la raza, equivalentes al apartheid, ha obstruido la realización del derecho al retorno y la libre determinación. Estas prácticas sirven al proyecto colonial perseguido por Israel”, advirtieron los expertos.
En este contexto, urgieron a la comunidad internacional a adoptar un enfoque basado en los derechos que aborde las causas fundamentales de la violencia y priorice el derecho individual y colectivo de retorno de los refugiados y desplazados internos, por encima de las consideraciones políticas.
“Como la población desplazada más grande y más prolongada desde la Segunda Guerra Mundial, la experiencia palestina debería servir como un recordatorio conmovedor para la comunidad internacional del sufrimiento y la vulnerabilidad que soportan los refugiados y los desplazados internos, instando a la acción inmediata para reconocer y defender sus derechos”, concluyeron, insistiendo en que el mundo no puede pasar por alto los legados perdurables del colonialismo y el racismo que persisten en el trato a los refugiados, desplazados internos y migrantes, particularmente en los países del Norte Global.
Los relatores firmantes del comunicado son: *Francesca Albanese, relatora especial sobre los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados; Paula Gaviria Betancur, relatora especial sobre los desplazados internos Ashwini K.P., relator especial sobre las formas contemporáneas de racismo; Obiora C. Okafor, experto independiente sobre derechos humanos y solidaridad internacional; Michael Fakhri, relator especial sobre el dereho a la alimentación; Felipe González Morales, relator especial sobre los derechos de los migrantes; Pedro Arrojo Agudo, relator especial sobre el derechos humano a agua potable y saneamiento; Dorothy Estrada Tanck, Ivana Radačić (Vice-Chair), Elizabeth Broderick, Meskerem Geset Techane y Melissa Upreti, Grupo de Trabajo sobre la discriminación contra mujer
*Los relatores especiales forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todas las partes del mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.