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Los ataques contra civiles en Sudán podrían constituir crímenes de guerra
Pendiente de recabar más información, el responsable de la Misión Integrada de Asistencia de las Naciones Unidas para la Transición en Sudán destaca un patrón de ataques selectivos a gran escala contra civiles basados en su identidad étnica.
Desde el inicio del conflicto entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido en Sudán el pasado 15 de abril, la seguridad, los derechos humanos y la situación humanitaria siguen deteriorándose rápidamente en todo el país, en particular en las zonas del gran Jartum, Darfur y Kordofán, afirmó este martes el representante especial del Secretario General para la nación africana.
Volker Perthes indicó que las Naciones Unidas no pueden verificar todavía todas las presuntas violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, pero que la información recibida de múltiples entidades de la sociedad civil y de redes de defensores de los derechos humanos ofrece una imagen clara de la devastadora magnitud del impacto sobre la población civil.
Además de los miles de civiles muertos y heridos, las comunidades siguen enfrentándose a una grave escasez de alimentos, al acceso a suministros médicos y a la restricción de la circulación fuera de las zonas de conflicto.
Cientos de miles de personas han sido desplazadas, incluidas poblaciones que ya lo habían sido tras décadas de conflicto. Las denuncias de violencia sexual contra mujeres y niñas son profundamente alarmantes.
Mientras la situación en Darfur sigue deteriorándose, Perthes se mostró especialmente alarmado por la situación en El Geneina (Darfur Occidental) tras varias oleadas de violencia desde finales de abril que cobraron dimensiones étnicas.
Si bien las Naciones Unidas siguen recabando más detalles sobre estos informes, está surgiendo un patrón de ataques selectivos a gran escala contra civiles basados en su identidad étnica, presuntamente cometidos por milicias árabes y algunos hombres armados con uniforme de la Fuerza de Apoyo Rápido.
“Estos informes son muy preocupantes y, de verificarse, podrían constituir crímenes contra la humanidad”, alertó.
Igualmente, destacó que las Naciones Unidas condenan en los términos más enérgicos todos los ataques contra civiles e infraestructuras civiles, cualquiera que sea su forma y quienesquiera que sean sus presuntos autores.
“Es imperativo que las fuerzas de seguridad y los actores armados no estatales cumplan con su deber, en virtud del derecho internacional humanitario, de respetar el derecho a la vida y abstenerse de atacar a civiles”, alertó.
Pese al hecho de que, en algunas zonas, las comunidades locales y las autoridades estatales tomaron medidas proactivas para ayudar a rebajar las tensiones y mediar, Perthes dijo que “es importante garantizar que todas las violaciones queden documentadas y protegidas a efectos de rendición de cuentas”.
El representante especial del secretario general destacó que la Misión Integrada de Asistencia de las Naciones Unidas para la Transición en el Sudán continuará sus esfuerzos para supervisar la situación y utilizará sus recursos para trabajar con todas las partes a alcanzar una resolución pacífica del conflicto, en coordinación con los socios regionales e internacionales.
Hay de detener los combates de inmediato
Por su parte, la Asesora Especial de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio, Alice Wairimu Nderitu, condena enérgicamente los continuos combates en Sudán entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y el flagrante desprecio del alto el fuego que ha causado, hasta el momento, la muerte de cientos de personas y miles de heridos sólo en Jartum.
Wairimu Nderitu manifestó estar profundamente alarmada por el total desprecio de las partes en conflicto hacia el derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
"Es sumamente importante que todas las partes en conflicto, incluidos los grupos armados, depongan las armas y pongan fin de inmediato a los ataques contra civiles", señaló la Asesora Especial.
Asimismo, también expresó su preocupación por la reanudación de los combates en Jartum, en particular por los ataques selectivos con misiles contra los barrios de Al Azhari y Al Salama el 11 de junio, en los que murieron 18 civiles y muchos otros resultaron heridos, la tercera mayor matanza de civiles en un solo día en una misma zona.