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No puede haber paz sin desarrollo sostenible y no puede haber desarrollo sostenible sin paz, afirma el ex presidente de Colombia
José Manuel Santos emplaza al Consejo de Seguridad a asumir la responsabilidad que le corresponde y desempeñar su rol para resolver el desafío de la inseguridad climática trabajando junto a otras instancias de las Naciones Unidas y con otras instituciones internacionales. El responsable de las operaciones de mantenimiento de la paz destaca como el calentamiento global está empeorando las condiciones de seguridad en muchas partes del mundo.
Pese a la intención de muchos miembros del Consejo de seguridad de tratar como cuestiones independientes el cambio climático y la seguridad, sus consecuencias en el mundo real convergen claramente, afirmó este martes el ex presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Durante una sesión del Consejo dedicada al Cambio Climático ligado a la paz y la seguridad, Santos destacó que la pérdida de biodiversidad y el cambio climático “no pueden resolverse por separado” y que la conservación de los bosques en Colombia es más efectiva “e igual de importante que reducir las emisiones generadas por combustibles fósiles”.
“El cambio climático exacerba las amenazas a la seguridad de la humanidad y la guerra afecta a la naturaleza y al medio ambiente en múltiples maneras, desde la destrucción de represas, solo veamos lo que pasó en Ucrania, hasta ataques a oleoductos y a tierras destinadas a la agricultura que sostienen a comunidades rurales –como en mi propio país”, recordó.
El ganador del Premio Nobel de la Paz indicó que el consejo debe asumir la responsabilidad que le corresponde y desempeñar su rol para resolver el desafío de la inseguridad climática, trabajando con otras instancias de las Naciones Unidas y con otras instituciones internacionales para encontrar soluciones sostenibles y justas.
“No puede haber paz sin desarrollo sostenible y no puede haber desarrollo sostenible sin paz. Es así de sencillo. La paz solo puede mantenerse si los bosques, suelos y ríos, de los que dependen las comunidades, son protegidos y manejados de manera sostenible”, afirmó.
A unos meses vista de la próxima Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que este año se celebrará en los Emiratos Árabes Unidos, Santos emplazó a la comunidad internacional a ayudar a las personas más vulnerables, empezando por el cumplimiento de las promesas de financiación climática realizadas por los países desarrollados y siguiendo por el aumento de la capacidad financiera de los organismos multilaterales.
“Se requieren acciones políticas audaces: debemos redoblar nuestros esfuerzos no solo en mitigación y adaptación sino también en soluciones basadas en la naturaleza que incluyan conservar bosques intactos, humedales, arrecifes y otros ecosistemas que le suministran aire y agua limpios a la humanidad”, destacó.
El expresidente de Colombia finalizó su intervención llamando a los estados miembros del Consejo “a la unidad, al diálogo constructivo y a la cooperación”, tanto en temas relacionados con la paz, la seguridad y el clima como en el mandato del proprio órgano.
“Estamos en un momento en la historia en el que el mundo corre el riesgo de dividirse en bloques que compiten por poder y supremacía entre ellos, en lugar de cooperar ante los desafíos sin precedentes y las amenazas existenciales que todos enfrentamos. La decisión es tan sencilla, como dramática: unión para cooperar o hecatombe”.
Fuerte vínculo entre países inestables y cambio climático
Anteriormente, el secretario general adjunto de operaciones de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, destacó que la mayoría de las misiones de las Naciones Unidas se están enfrentado en los últimos años a un entorno político y de seguridad cada vez más deteriorado.
“Junto a otros retos transfronterizos, la degradación medioambiental y la amplificación de los fenómenos meteorológicos extremos por el cambio climático están poniendo cada vez más a prueba nuestra capacidad para cumplir nuestros mandatos”, denunció.
Lacroix evidenció la fuerte correlación entre los Estados miembros que afrontan condiciones de inestabilidad y los que se enfrentan al cambio climático, ya que, entre los 16 países más vulnerables al clima nueve albergan una misión de las Naciones Unidas sobre el terreno, como la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Sudán, Sudán del Sur, Afganistán, Somalia, Mali, Haití y Yemen.
“En varios de nuestros países anfitriones, el cambio climático está mermando los recursos naturales, afectando a la cohesión social e impulsando los conflictos. En los últimos años, por ejemplo, hemos visto cómo la alteración de las rutas de trashumancia debido a los cambios en los patrones climáticos estacionales exacerba la tensión y el conflicto entre ganaderos y agricultores”, puso como ejemplo.
Tras explicar los problemas que sufren Mali, Sudán del Sur, Somalia e Iraq, identificó una serie de áreas de actuaciones prioritarias para las misiones sobre el terreno.
- Invertir en la capacidad de las operaciones de paz para prever y abordar los vínculos entre el cambio climático, la paz y la seguridad
- Reforzar los beneficios mutuos de la acción por el clima y el trabajo en favor de la paz y la seguridad.
- No convertirse en una causa más del cambio climático, mientras la ONU trabaja para mitigar de forma más proactiva este fenómeno.