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Una herramienta facilitará la producción y distribución segura de alimentos
La agencia de la ONU para la agricultura y la alimentación lanza una iniciativa destinada a todos los operadores del sector alimentario para facilitar el cumplimiento de las normas de higiene. Con unos 600 millones de casos anuales de enfermedades transmitidas por alimentos, el objetivo es garantizar una producción y distribución seguras y proteger la salud de los consumidores.
Este 7 de junio se celebra el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de prevenir y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos. Se trata, además, de comprender el impacto que tienen las enfermedades de origen alimentario en sectores como la seguridad alimentaria, la salud humana, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso a los mercados, el turismo y el desarrollo sostenible.
En esta ocasión, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha lanzado una “caja de herramientas” práctica y accesible, diseñada para ayudar a todos los que operan en el sector alimentario a cumplir las normas internacionales de higiene.
La Organización ha explicado que este conjunto de instrumentos está destinado a todos los operadores, los que están en la explotación agrícola o en una fase más avanzada de la cadena de valor, independientemente de su tamaño y ubicación.
La iniciativa permite colaborar mejor con las autoridades locales de seguridad para producir, procesar y distribuir alimentos de forma segura. También está pensado para los funcionarios públicos, el mundo académico y las organizaciones de desarrollo de capacidades.
Información útil y accesible
Según la Organización, la caja de herramientas se basa en el Codex Alimentarius (código alimentario en latín), una colección de directrices gestionada de forma conjunta con la Organización Mundial de la Salud, y que tiene como objetivo proteger la salud de los consumidores y promover prácticas justas en el comercio de alimentos.
Sin embargo, la iniciativa va un paso más allá y traduce el amplio conjunto de normas que rigen las Buenas Prácticas de Higiene y el Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico en información fácilmente digerible a través del sitio web de la FAO.
Por ejemplo, contiene guías sobre higiene personal, qué instrucciones brindar a los visitantes externos que acceden a una instalación de producción de alimentos, el procedimiento y la frecuencia de lavado de manos correctos y sugerencias de vestimenta adecuada.
Los creadores han explicado que se ha prestado especial atención a los retos a los que se enfrentan los pequeños operadores y productores en los países de ingresos bajos y medios. Por ejemplo, el sitio web se ha diseñado para que funcione bien en dispositivos móviles, que en algunos países en desarrollo están mucho más extendidos que los ordenadores.
600 millones de casos anuales
Con unos 600 millones de casos anuales de enfermedades transmitidas por comida, la inseguridad alimentaria es una amenaza para la salud humana y las economías, y afecta de manera desproporcionada a las personas vulnerables y marginadas, especialmente mujeres y niños, poblaciones afectadas por conflictos y migrantes, según datos de las Naciones Unidas.
Se calcula que 420.000 personas mueren cada año en todo el mundo tras ingerir comida contaminada, y los niños menores de cinco años soportan el 40% de la carga de enfermedades de transmisión alimentaria, con 125.000 muertes anuales.
Este día internacional es una oportunidad para redoblar los esfuerzos para garantizar que los alimentos que comemos sean inofensivos, incorporar estas acciones en la agenda pública y reducir la carga de las enfermedades de transmisión alimentaria en todo el mundo.
La inocuidad de los alimentos es un asunto de todos
Son muchas las personas que participan en las cadenas de suministro de alimentos: productores, elaboradores, transportistas, distribuidores, minoristas, cocineros y también consumidores. En cada parte de esa cadena, existen peligros que pueden causar contaminación. Todos pueden contribuir a la reducción de las enfermedades de origen alimentario en todo el mundo.