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Las agresiones raciales al futbolista Vinícius Júnior en España son un recordatorio del racismo en el deporte
El máximo funcionario para los derechos humanos urge a poner fin al racismo sistémico en las sociedades. En un repaso de las violaciones de las garantías fundamentales, pide a las partes del conflicto en Sudán detener la violencia sexual y llama al mundo a frenar los movimientos que socavan los derechos de las personas.
“El abuso racial que enfrentó una vez más el futbolista del Real Madrid Vinícius Júnior en España el pasado domingo es un claro recordatorio de la prevalencia del racismo en el deporte”, dijo este miércoles el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En conferencia de prensa en Ginebra, Volker Türk se refirió así al caso del jugador brasileño que ha sido objeto de insultos racistas en repetidas ocasiones durante su paso por la liga española de futbol y que ha suscitado el clamor de los defensores de los derechos humanos, dando lugar, incluso, a un reclamo oficial del presidente de Brasil, Inácio Lula da Silva, al Gobierno de España durante la reciente Cumbre del G7 en Japón, a la que su país asistió como observador invitado.
Türk llamó a los organizadores de eventos deportivos a implementar estrategias para prevenir y contrarrestar el racismo.
Recordó que hace tres años, George Floyd fue asesinado por un policía en Estados Unidos en un caso que por su difusión mediática llevó a los tribunales a los responsables, pero esa “pequeña medida de justicia sigue siendo excepcional”, abundó, ya que se siguen denunciando muertes y lesiones de personas de ascendencia africana durante o después de las interacciones con las fuerzas del orden en varios países.
Para Türk, además de haber una acción firme y rápida por parte de las autoridades para garantizar la justicia en cada caso, se deben abordar las manifestaciones más amplias del racismo sistémico que impregnan todos los aspectos de la vida de los afrodescendientes.
“Se necesita hacer mucho más para erradicar la discriminación racial, y se debe comenzar escuchando a las personas de ascendencia africana, involucrándolas sustantivamente y tomando medidas genuinas para actuar con respecto a sus preocupaciones”, recalcó.
La misoginia es un cáncer
En un repaso de las violaciones de derechos humanos en el mundo de hoy, Türk habló de la misoginia como una enfermedad que, en combinación con la violencia, es “cancerosa” y citó lo que ocurre en Afganistán, donde las mujeres viven un régimen de “apartheid de género” que las excluye de la vida pública, afectando el desarrollo del país.
“Nunca entenderé cómo alguien puede pisotear tan cruelmente el espíritu de las niñas y las mujeres, minando su potencial y hundiendo cada vez más al país en la pobreza y la desesperación más abyectas. Es crucial, por el bien del pueblo de Afganistán, el futuro del país y de la región en general, que las políticas represivas contra las mujeres y las niñas sean revocadas de inmediato”, enfatizó.
Irán fue el otro país enumerado en el apartado de atropellos a los derechos de las mujeres y las niñas, que enfrentan medidas legales, sociales y económicas cada vez más estrictas en la aplicación de las leyes discriminatorias sobre el uso obligatorio del velo. “Insto al Gobierno a que escuche los llamados de reforma de los iraníes y comience por derogar las normas que penalizan el incumplimiento de los códigos de vestimenta obligatorios”, apuntó.
Violencia sexual en Sudán
Uno de los temas más destacados en la conferencia de prensa fue el conflicto en Sudán, al que el Alto Comisionado calificó de “sin sentido”, exhortando a las partes a detener de inmediato las hostilidades.
Asimismo, conminó a los líderes de las Fuerzas Armadas de Sudán y de las Fuerzas de Apoyo Rápido, enfrentadas desde el 15 de abril pasado, a que dejen claro a quienes están bajo su mando que no tolerarán la violencia sexual y que todos los perpetradores rendirán cuentas.
Detalló que por el momento, su Oficina ha recibido reportes de al menos 25 casos de violencia sexual en Jartum y Darfur, aunque advirtió que el número real es muy probablemente mucho mayor.
Türk lamentó también la exposición de los civiles a la violencia armada, señalando que muchos están virtualmente sitiados en áreas donde la lucha ha sido constante.
Y todas estas violaciones flagrantes ocurren en medio de una impunidad casi total. “Los esfuerzos para poner fin a este conflicto deben centrarse en los derechos humanos y la rendición de cuentas, para que la paz sea sostenida”, enfatizó.
Desinformación y grupos vulnerables
El Alto Comisionado alertó de la desinformación que alimenta movimientos contra los derechos humanos de ciertos grupos de población como el colectivo LGBTQI+ y los migrantes y refugiados.
De las personas no binarias, indicó que es preocupante el empeoramiento de las leyes que las criminalizan, como la legislación adoptada recientemente en Uganda.
Con respecto a los migrantes y refugiados, listó el discurso de odio en su contra y las leyes y políticas antiinmigrantes, citando los recientes acontecimientos en el Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Grecia y Líbano.
En este sentido, Türk abogó por la solidaridad y el respeto a los derechos de todas las personas en situación de vulnerabilidad y alertó de que enfrentar a las personas entre sí siempre resulta perjudicial para la sociedad en su conjunto.
También invitó a la prensa a ayudar a combatir la desinformación y manipulación para proteger los derechos de las personas, recordando que “la dignidad y el valor de cada ser humano no debe ni puede ser un concepto cuestionable”.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial es otra de las preocupaciones en materia de derechos humanos, sobre todo por la rápida manera en que avanza y que permea en todos los aspectos de la vida de las sociedades.
Türk reconoció que las oportunidades de esta tecnología son inmensas, pero advirtió que los riesgos también lo son y pugnó por la integración de los derechos humanos en todo el ciclo de desarrollo y uso de la inteligencia artificial.
“Tanto los gobiernos como las empresas deben hacer más para garantizar que se establezcan medidas de seguridad. Mi Oficina está siguiendo y estudiando cuidadosamente estos temas”, abundó.
Finalmente, Türk aseveró que todos los países pueden y deben mejorar en materia de derechos humanos y confió en que el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, celebrado este año, “brinde el espacio y la inspiración para que volver a lo básico, para encontrar las raíces de la humanidad y los valores de los derechos humanos en cada una de las culturas, historias y religiones”, concluyó, rechazando la politización de las garantías fundamentales.