Sobrescribir enlaces de ayuda a la navegación
Los refugiados de América Latina y los países que los acogen precisan mayor apoyo
Aunque los titulares de la prensa suelen centrarse en las personas que se desplazan hacia Estados Unidos, la mayor parte de los 20 millones de esos desplazados se asientan en los países de América Latina y el Caribe, recuerda el organismo para los refugiados.
En el continente americano hay unos 20 millones de personas desplazadas y la gran mayoría de ellas se encuentran albergadas en países de América Latina y el Caribe, por lo que es imperativo apoyar a esas naciones, dijo este miércoles la subtitular de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Kelly T. Clements, Alta Comisionada Adjunta para los Refugiados, concluyó recientemente una extensa visita oficial a diversos países de origen, tránsito y destino de la región en los que observó la situación de las personas que han debido huir, al igual que los riesgos que enfrentan en sus viajes en busca de protección. También pudo ver cómo, una vez a salvo, muchos han empezado a reconstruir sus vidas.
“Es importante recordar que la mayoría de las personas desplazadas por la fuerza se quedan en América Latina”, señaló Clemens haciendo alusión a la atención mediática que se da al aumento en el número de migrantes que se acercan a la frontera con Estados Unidos.
En este sentido, añadió que no sólo se debe prestar atención a los países de destino de refugiados y migrantes, sino que es crucial mirar a las naciones de origen y tránsito y abordar esos complejos movimientos de población desde un enfoque regional integral y de cooperación.
Violencia en Centroamérica
Clements empezó su misión en Centroamérica, donde visitó comunidades obligadas a vivir bajo el control de pandillas criminales y conoció a familias que huyeron de sus hogares debido a la violencia y la persecución, agudizadas por la pobreza extrema, las condiciones climáticas y la pandemia de COVID-19. Las cifras de la Agencia dan cuenta de un millón de desplazados en Centroamérica.
En Honduras y Guatemala, escuchó relatos de violencia, extorsión, reclutamiento y violación por parte de las pandillas y otros grupos criminales, además de una grave violencia de género.
Destacó que, además de ser un país de origen y tránsito, Guatemala se está convirtiendo en una nación de destino en la que las solicitudes de asilo se han incrementado un 88%, por lo que ha debido agrandar su capacidad de recepción y procesamiento con ayudad de ACNUR.
Aumentan las solicitudes de asilo en México
La Alta Comisionada Adjunta estuvo también en México, que acoge a un cada vez mayor número de solicitantes de asilo y refugiados. Según las cifras de la ONU, este año esas solicitudes superarían las 70.000 registradas en 2019, por lo que, en su labor conjunta con el país, ACNUR ha ampliado su programa de integración para esas personas, que incluye un componente de reubicación e inserción laboral. De 2016 a la fecha, esa iniciativa ha beneficiado a unas 10.000 personas.
“Es responsabilidad de la comunidad internacional y de todos nosotros ayudar a las personas desplazadas a reconstruir sus vidas. El primer paso para todos los países es garantizar el acceso al asilo a las personas cuyas vidas dependen de ello”.
En este sentido, subrayó la necesidad de un mayor apoyo financiero y técnico a los gobiernos y organizaciones que trabajan juntos para proporcionar ayuda humanitaria y protección a las personas que se desplazan en Centroamérica y México. “Esta necesidad nunca ha sido más urgente”, apuntó Clements.
Actualmente siete países de origen, tránsito y asilo de la región: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá, trabajan juntos bajo el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones, una iniciativa orientada a la búsqueda de soluciones liderada por los Estados.
Brasil y Panamá
La Alta Comisionada prosiguió su misión por América Latina en Brasil, donde viven actualmente 623.000 refugiados, solicitantes de asilo y otras personas que necesitan protección especial. De ese grupo, 459.000 provienen de Venezuela, aunque también hay gente que viene de otros continentes.
Su paso por Brasil incluyó visitas a refugiados afganos en Sao Paulo y venezolanos en Roraima.
Clements estuvo también en Panamá para visitar la zona del Darién, que desde principios de año ha registrado la llegada de más de 150.000 personas que arriesgan la vida al cruzar la densa selva en busca de protección, seguridad y una vida mejor.
En la ciudad de Panamá, se reunió con personas desplazadas por la fuerza de diferentes nacionalidades que están utilizando sus habilidades y talentos para reconstruir sus vidas.
Al concluir su misión, Clements insistió en que es fundamental seguir apoyando iniciativas en América Latina que brinden estabilidad y soluciones y que aumenten las vías migratorias legales. “Y no debemos olvidar abordar las causas fundamentales que conducen al desplazamiento forzado. Esto significa cooperación para prevenir y resolver conflictos, pero también acción urgente para hacer frente a los efectos del cambio climático, mejorar la gobernanza, la igualdad y el respeto de los derechos humanos”, enfatizó.