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Las tecnologías digitales son una herramienta para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Según la titular de la conferencia sobre desarrollo esas tecnologías pueden ser muy útiles si se aprovechan para reducir las desigualdades y se hacen accesibles en donde más se necesitan: los países menos adelantados y los que se encuentran en vías de desarrollo.
La secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) recordó este miércoles que el plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible se está terminando cuando el mundo aún está muy lejos de cumplirlos.
En un discurso ante el Grupo Intergubernamental de Expertos en Comercio y Economía Digital, Rebeca Grynspan afirmó que las tecnologías digitales basadas en datos son una herramienta importante para ayudar a llevar adelante la Agenda 2030.
Pero para ello, hace falta una acción urgente y colectiva, dijo, y añadió que dichas tecnologías pueden ser “una fuente de esperanza si podemos aprovecharlas para cerrar y no ampliar las desigualdades”.
En su opinión, los países que triunfarán en el siglo XXI no son los que son grandes, ni los que son ricos, sino los que son rápidos.
Grynspan destacó que el número global de usuarios de internet suma 5300 millones actualmente y que las suscripciones a la banda ancha móvil casi llegan a 7000 millones, y agregó que el mundo ha pasado de compartir los datos digitales por texto a las imágenes y videos.
Estimó también que con la expansión de 5G, el creciente número de dispositivos de internet y el mayor uso de la inteligencia artificial, los flujos de datos se expandirán más rápidamente.
Inteligencia artificial
Al abundar sobre la inteligencia artificial, citó el ChatGPT, que “ha arrasado en el mundo desde diciembre”, y señaló en que tan sólo seis meses, la inteligencia artificial está revolucionando la educación, los mercados laborales e incluso el arte.
No obstante esta gran revolución, dio crédito a las preocupaciones de muchos expertos en tecnología y en derechos humanos, sobre la evolución “demasiado rápida” de la inteligencia artificial y las amenazas de sesgo e inclusión, paz y seguridad mundiales que ésta implica y que “debemos tomar muy en serio”.
En materia de desarrollo sostenible, consideró que se cuenta con las tecnologías para salvar la Agenda 2030, pero que éstas no son accesibles, sobre todo donde más se precisan, es decir, en los países del Sur Global.
Conexión desigual
Detalló que cerca del 60% del mundo está conectado a internet, pero que sólo el 20% de la población de los países menos desarrollados forma parte de ese colectivo.
“Mientras que en algunos países el 80% de los usuarios de internet compran en línea, en muchos países en desarrollo esta cifra es inferior al 10%”, lamentó, y aclaró que dentro de los países existen divisiones significativas entre las zonas rurales y urbanas, y entre hombres y mujeres.
Grynspan recalcó que los datos están profundizando las brechas digitales ya existentes y sostuvo que estas divisiones son más marcadas en términos de quién puede beneficiarse de la economía digital basada en datos.
Concentración de la tecnología digital
Aludió a los casos de Estados Unidos y China, que representan juntos la mitad de los centros de datos de hiperescala del mundo, además de que tienen las tasas más altas de uso del 5G, el 94% del financiamiento total de la inteligencia artificial, el 70% de los principales investigadores de esa inteligencia y el 90% de la capitalización de mercado de las mayores plataformas digitales.
En este punto, precisó que los datos sin procesar no tienen sentido a menos que se agreguen y procesen en inteligencia digital para usarlos con fines comerciales o sociales y que este proceso es recíproco: no puede haber inteligencia digital sin datos.
Por lo mismo, apuntó, para impulsar el desarrollo se debe agregar valor a los datos.
Argumentó que en los últimos años algunos países han probado el concepto de desarrollo acelerado a través de tecnologías digitales basadas en datos y citó el caso de India, que ha podido formalizar su economía valiéndose de estas herramientas para captar a unos nueve millones de nuevos contribuyentes en cinco años.
Grynspan insistió en que para que los datos sirvan a la Agenda 2030, es necesario un pensamiento innovador que permita una formulación de políticas más eficaz, con la participación de todas las partes interesadas, tanto a nivel nacional como internacional, e instó a multiplicar el potencial del desarrollo digital basado en datos con una gobernanza digital eficaz.
Todo esto, subrayó, debe hacerse mediante la cooperación internacional y sobre los principios de las iniciativas de la ONU, que abogan por el multilateralismo y las alianzas multisectoriales.
“Esto es fundamental para promover el uso responsable y ético de las tecnologías digitales, proteger los derechos individuales y garantizar que los beneficios de la digitalización sean accesibles para todos”, enfatizó.