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El Programa Mundial de Alimentos reanudará sus operaciones de asistencia en Sudán
La agencia alimentaria de la ONU suspendió temporalmente su labor luego de la muerte en Darfur de tres de sus trabajadores a causa de la violencia el 15 de abril pasado.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció este lunes que pondrá un fin inmediato a la suspensión temporal de sus operaciones en Sudán y reiniciará la distribución de víveres en los estados de Gedaref, Gezira, Kassala y Nilo Blanco, donde mucha gente precisa con desesperación asistencia vital.
La suspensión de los trabajos de socorro empezó tras la muerte de tres empleados de la agencia el pasado 15 de abril en medio de la violencia entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido. Los trabajadores fallecidos se encontraban realizando tareas de salvamento en la localidad de Kabkabiya, en el estado de Darfur Norte.
La directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain alertó de que la actual crisis en Sudán empuja a millones de personas al hambre y explicó que la reanudación de las operaciones de socorro se hará en los lugares en los que esté asegurado el acceso de los equipos humanitarios y tomando en cuenta la capacidad de éstos en cada zona.
La situación sigue siendo muy precaria, “tendremos el máximo cuidado para garantizar la seguridad de todo nuestro personal y socios mientras nos apresuramos a satisfacer las crecientes necesidades de la población más vulnerable”, dijo McCain, recalcando que la solución es que las hostilidades cesen de inmediato.
Antes de la actual ola de violencia, en Sudán había ya más de 15 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria grave y el PMA proyecta que la cifra aumente a medida que continúen los enfrentamientos.
Más de 800.000 personas podrían salir del país en busca de seguridad
Los organismos en el terreno han reportado que decenas de miles de personas se han desplazado desde el comienzo de los combates en busca de seguridad. Mucha de esa población ha huido de Sudán hacia la República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía, Libia y Sudán del Sur, donde buscan refugio seguro a menudo entre comunidades de por sí vulnerables.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) trabaja con los gobiernos anfitriones y apoya a los socios locales para tratar de satisfacer las necesidades inmediatas de quienes huyen y llegan en situación deplorable y con urgencia de atención de diferente tipo.
El titular de ACNUR, Filippo Grandi, advirtió hoy que existe la posibilidad de que más de 800.000 personas salgan del país hacia naciones vecinas, por lo que se prepara para tal eventualidad en conjunto con los gobiernos implicados y otros socios.
No obstante estas previsiones, Grandi señaló en un tuit que espera “que no se llegue a ese extremo, aunque si la violencia no cesa, más gente se verá forzada a salir de Sudán”.
El coordinador humanitario se encuentra en la región
Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU, Martin Griffiths, llegó esta mañana a Nairobi, Kenya, para hablar con el presidente del país y con líderes de varias naciones africanas sobre la crisis en Sudán y explorar formas de llevar asistencia vital a la población.
Griffiths ha calificado la situación en Sudán como “catastrófica” y, antes de partir hacia la región, declaró que es imperativo “encontrar la manera de hacer llegar la ayuda al país y distribuirla a los más necesitados”.