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Siria es una de las emergencias humanitarias y de protección más complejas del mundo tras doce años de guerra
Al marcarse doce años del inicio de las hostilidades, la ONU llama a las partes a un alto el fuego duradero que dé paso a otras medidas encaminadas a una solución negociada al conflicto. El terremoto de febrero agregó al sufrimiento y desesperación de los sirios, y la asistencia humanitaria no es suficiente ni sostenible.
Este miércoles se cumplen doce años del inicio del conflicto armado en Siria, desde entonces la población vive un sufrimiento inimaginable que incluye más de 300.000 muertes y una destrucción masiva que ha obligado al desplazamiento de 6,8 millones de personas dentro del país y de 6,6 millones más que han buscado refugio en otras naciones.
El terremoto del 6 de febrero pasado se sumó a esta devastación afectando a 8,8 millones de personas y hoy son 15,3 millones los sirios que precisan asistencia humanitaria.
Además, millones de sirios están al borde de la supervivencia en medio del colapso de los servicios básicos, un brote de cólera en curso, el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía y la crisis económica.
Ayuda humanitaria insuficiente e insostenible
Los coordinadores de la ONU para socorro y para la crisis en Siria afirmaron que la de ese país sigue siendo una de las emergencias humanitarias y de protección más complejas del mundo y agregaron que pese a la resiliencia demostrada por el pueblo sirio, la asistencia humanitaria no es suficiente ni sostenible.
El terremoto sólo ha agregado “otra capa más de tragedia y desesperación”, señalaron.
Lo que hace falta es una solución integral que ponga fin al conflicto. “Todas las partes interesadas deben mostrar la determinación de continuar buscando una paz duradera para que el pueblo sirio reconstruya sus vidas devastadas”, subrayaron.
En el mismo tenor, el enviado especial para Siria, Geir O. Pedersen, dijo que los desafíos enfrentados para responder al terremoto fueron un claro recordatorio de que el statu quo es “insostenible e indefendible”. “Continuar de la misma manera desafía la humanidad y la lógica”, enfatizó.
Despolitizar la asistencia
“Después del terremoto, tenemos un imperativo humanitario colectivo de despolitizar los esfuerzos de socorro. Esto significa que necesitamos acceso, a través de todas las modalidades; necesitamos recursos generosos; y necesitamos una calma sostenida”, recalcó Pedersen.
Insistió en que los esfuerzos colectivos no se pueden limitar a la respuesta humanitaria. “Siria está devastada, dividida y empobrecida, en un estado activo de conflicto, su soberanía, independencia e integridad territorial comprometidas”, dijo.
El diplomático advirtió también que sin una solución política que restablezca la soberanía y la integridad territorial de Siria y permita al pueblo sirio vivir con dignidad y trazar su propio futuro, el dolor de los sirios perdurará, por lo que llamó las partes enfrentadas a tomar medidas de fomento de la confianza, a mantener la calma sobre el terreno hacia un alto el fuego en todo el territorio y a promover un proceso más amplio para implementar la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, que sienta las bases para una solución negociada al conflicto.
Desnutrición aguda y retraso del crecimiento en los niños
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) alertó del riesgo de desnutrición que corren millones de niños y jóvenes en Siria.
La agencia recordó que casi 13.000 niños han sido asesinados durante el conflicto y estimó que 609.000 menores de cinco años padecen retraso en el crecimiento, una condición que resulta de la desnutrición crónica y que causa daños físicos y mentales irreversibles.
La desnutrición aguda también va en aumento. El número de niños pequeños que padecen desnutrición aguda grave aumentó en casi un 50% entre 2021 y 2022.
“Cuando los niños sufren de desnutrición aguda, su sistema inmunológico se debilita y tienen once veces más probabilidades de morir que los niños bien alimentados”, explicó UNICEF.
El Fondo hizo hincapié en que las familias sirias carecen de recursos suficientes para alimentar a sus hijos debido a los altos precios y la crisis económica, detallando que casi el 90% de la población vive en la pobreza.
“Los niños de Siria no pueden esperar más. Después de años de conflicto y dos terremotos catastróficos, el futuro de millones de niños pende de un hilo”, dijo Adele Khodr, directora regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte.
“Es nuestra responsabilidad colectiva reafirmar a los niños que su futuro también es nuestra prioridad”, puntualizó Khodr.