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El Secretario General subraya su compromiso con Iraq en su primera visita en seis años
Los grandes retos del país no surgieron de la noche a la mañana, son producto de décadas de opresión, guerra, terrorismo, sectarismo e injerencia extranjera, dice el titular de la ONU, que apoya el plan de reformas del nuevo gobierno iraquí.
“Estoy aquí en una visita de solidaridad para subrayar el compromiso de las Naciones Unidas de apoyar a Iraq en la consolidación de sus instituciones democráticas y la promoción de la paz, el desarrollo sostenible y los derechos humanos para todos los iraquíes”, dijo el Secretario General de la ONU a la prensa en Bagdad, tan pronto aterrizó en esa ciudad a última hora del martes.
La primera visita de António Guterres a Iraq en seis años se produce pocos días antes del vigésimo aniversario de la invasión de 2003.
Guterres aludió a esa agresión reconociendo que Iraq encara grandes retos que no surgieron de la noche a la mañana, sino que son producto de décadas de opresión, guerra, terrorismo, sectarismo e injerencia extranjera.
En una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, el titular de la ONU se refirió a los obstáculos políticos que enfrenta el gobernante y confió en que Iraq “pueda romper los ciclos de inestabilidad y fragilidad”.
Reforma sistémica e instituciones más fuertes
Agregó que Iraq no resolverá sus problemas de manera inmediata, pero consideró que hay una oportunidad real de avanzar y aplaudió el compromiso del premier iraquí de abordar los desafíos más apremiantes del país, “incluida la lucha contra la corrupción, la mejora de los servicios públicos y la diversificación de la economía para reducir el desempleo y crear oportunidades, especialmente para los jóvenes”.
Guterres advirtió que dicho trabajo precisará de una reforma sistémica, instituciones más fuertes, mayor rendición de cuentas y mejor gobernanza en todos los niveles. “Y la ONU está lista para apoyar estos importantes esfuerzos”, afirmó.
Con respecto a las divisiones reportadas en el reparto de los ingresos del petróleo iraquí entre el gobierno central en la capital y el gobierno provincial en el norte del país, Guterres alentó a todas las partes a aprovechar los recientes “pasos positivos” entre Bagdad y Erbil y recordó que los acuerdos sostenibles y el diálogo deben ser el objetivo a largo plazo.
Repatriación de desplazados en Siria
Por otra parte, expresó su gran admiración al pueblo iraquí y aseveró haber sido testigo en visitas anteriores de la valentía de la población desplazada.
También destacó cómo los refugiados iraquíes en Jordania y Siria han demostrado ser capaces de convivir en solidaridad y ayudarse unos a otros con un espíritu que marca la mejor esperanza para el futuro del país.
El Secretario General consideró que los esfuerzos iraquíes para repatriar a sus ciudadanos desde el noreste de Siria han sido ejemplares y encomió el compromiso del primer ministro Al-Sudani de permitir el regreso seguro y digno de los yazidíes a sus hogares en el norte de Iraq, tras sufrir un genocidio a manos de Daesh en 2014.
Falta de agua
Uno de los grandes problemas de Iraq es la escasez de agua toda vez que los ríos Tigris y Éufrates se están secando, afectando gravemente la producción agrícola. “Me rompe el corazón ver a los agricultores que han debido abandonar tierras donde se ha cultivado durante miles de año”, dijo Guterres.
Iraq es uno de los países más afectados por el cambio climático, que ya ha provocado desplazamientos, amenazado la seguridad alimentaria, destruido medios de vida, alimentado conflictos y socavado los derechos humanos, sostuvo.
El líder de la ONU recalcó que cuando se combina con una situación de seguridad volátil y desafíos de gobernabilidad, el cambio climático “puede poner en riesgo la estabilidad... así que ahora es el momento de que la comunidad internacional apoye a Iraq para que aborde las cuestiones ambientales, diversifique su economía y aproveche su potencial para el crecimiento sostenible”.