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La violencia en Haití es una pesadilla viva
El máximo responsable de la ONU en materia de derechos humanos califica de espeluznantes los abusos que se perpetran en la isla caribeña. Sólo el pasado 8 de julio, los pandilleros haitianos asesinaron a 95 personas, incluidos seis niños.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, concluyó este viernes una visita oficial de dos días a Haití, en la que destacó la escalada de violencia de las pandillas, especialmente en el empobrecido barrio de Cité Soleil, localizado en la periferia de Puerto Príncipe.
Türk calificó esta violencia extrema y los graves abusos contra los derechos humanos, que incluyen asesinatos masivos, violaciones en grupo y ataque de francotiradores, como “una pesadilla viva” para miles de personas.
Al término de su visita, el Alto Comisionado dio a conocer un informe sobre los abusos de derechos humanos perpetrados en el país caribeño, a los que se refirió como “espeluznantes”.
El informe “describe cómo la población es acosada y aterrorizada por bandas criminales durante meses sin que el Estado pueda impedirlo”, declaró.
El estudio reporta, por ejemplo, que, del 8 de julio al 31 de diciembre de 2022, la violencia de las pandillas resultó en 263 asesinatos en Cité Soleil, en el barrio de Brooklyn, donde también se produjeron al menos 57 violaciones en grupo de mujeres y niñas, así como secuestros y explotación sexual.
Sólo el 8 de julio de 2022, los pandilleros asesinaron a 95 personas, incluidos seis niños, recalca el informe.
La realidad de Cité Soleil la viven cientos de miles de haitianos
Según el informe, la situación en el barrio de Brooklyn es un claro reflejo de la realidad que viven otros cientos de miles de personas en Haití que viven en zonas bajo el control de bandas fuertemente armadas
Así, describe como la banda G-9 sembró el terror utilizando francotiradores, que matan indiscriminadamente a cualquiera que entre en su campo de visión, y cuyo balance de víctimas mortales asciende a una media de seis personas a la semana.
Tras bloquear los accesos al barrio, sus miembros tomaron el control de la entrada de productos de primera necesidad, como alimentos y servicios sanitarios. El deterioro de las condiciones higiénicas también provocó la propagación de enfermedades infecciosas como el cólera.
Como caso paradigmático, el estudio detalla el caso de Rose, una madre de cuatro hijos y embarazada de cinco meses, que fue gravemente golpeada y violada en presencia de sus hijos por tres hombres enmascarados y fuertemente armados que accedieron por la fuerza a su domicilio en Cité Soleil.
El marido de Rose fue tiroteado ese día por miembros de la misma banda y antes de abandonar el lugar de los hechos prendieron fuego a su casa.
Türk afirmó que, lamentablemente, el caso de Cité Soleil no es aislado y que muchos haitianos pasan por experiencias similares.
“Es hora de que la comunidad internacional ayude a las autoridades haitianas a recuperar el control para que este sufrimiento pueda detenerse”, dijo el alto Comisionado, pidiendo el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad y del sistema judicial.