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“Solo tenemos un planeta y por eso el respeto es la base de todo”, dicen dos jovencísimas embajadoras de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Tienen 11 y 12 años, pero ya hablan de cómo luchar contra el cambio climático, la desigualdad o los derechos humanos. En un reciente encuentro, uno de los más altos cargos de la ONU les pidió a ellas y otros jóvenes que pregunten y sigan preguntando el porqué de todo.
“Es un sueño estar aquí”, Carme Morales, de 11 años, le dice a Nerea Mir, de 12, mientras esperan sentadas en el "edificio número tres" de las Naciones Unidas de la base de Quart de Poblet, Valencia, con motivo de su inauguración.
Son amigas y compañeras del colegio público Rafael Mateu Cámara de Valencia. Esta mañana las dos han metido una botella de agua y su libreta en la mochila para encontrarse con Atul Khare, el secretario general adjunto de Apoyo Operacional de la ONU, el que presta la vital ayuda logística a las operaciones de mantenimiento de la paz que las Naciones Unidas tienen desplegadas en por distintos lugares del mundo.
El Programa de Embajadores Junior es parte del Plan de Divulgación del Servicio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de las Naciones Unidas. Lleva siete años en activo y reúne a 18 Institutos de Enseñanza Secundaria de Valencia.
Gracias a la iniciativa, los jóvenes de distintos centros debaten y ponen en práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“La lucha contra el cambio climático, la desigualdad o los derechos humanos”, son los valores que Lucia Botella, coordinadora de la red de jóvenes Embajadores, promueve entre los participantes del proyecto.
“Para ellos es una actividad que les motiva y nos ayuda a crear conciencia”, explica junto a Lino Puertas y Magdalegna Canoura, impulsores del proyecto en la Base de la ONU de Valencia.
En la segunda fila, Carme y Nerea están nerviosas, Carme tiene que preguntar y lleva todo el día practicando. Nerea estruja un cromo de la selección de fútbol.
“Solo tenemos un planeta y por eso creo que el respeto es la base de todo. Si nos respetáramos más podríamos cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible a tiempo”, explican las dos amigas minutos antes de que empiece el encuentro.
Objetivos mundiales, soluciones locales
Los 19 jóvenes, de no más de 17 años, acuden a la cita con la ONU en Valencia convencidos de querer cambiar y mejorar su comunidad. Pero para concienciar sobre la desigualdad o el cambio climático necesitan el apoyo de los adultos, así que aprovechan la cita para pedir al secretario general adjunto más medios e inversión que les permita acudir a actividades, actos o reuniones.
“¡Preguntad por qué! ¡Y seguid preguntando por qué el porqué de lo que ocurre; el porqué de todo!”, les aconseja Atul Khare. Carme y Nerea asienten.
“Cuando veo la guerra de Ucrania a mí me afecta. Me doy cuenta de la suerte que tenemos”, dice Carme. Las dos amigas no han cesado de buscar una respuesta a los conflictos. “Voy a un colegio público donde hay muchas religiones, mi amiga es musulmana”, añade Carme.
Espacios para expresarse
El proyecto de jóvenes Embajadores fue creado como un foro de debate para que los jóvenes pudieran compartir sus preocupaciones. “Las Naciones Unidas quieren escuchar lo que tenéis que decir los jóvenes” y “hacer crecer a los futuros líderes del mundo”, insistió Atul Khare.
Además de acudir al encuentro, los 19 jóvenes tuvieron la oportunidad de reunirse con el resto de las administraciones locales y nacionales como el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. También asistieron a los discursos y reuniones que se celebraron con motivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de la ONU en Valencia.
Antes de marcharse, Carme y Nerea hablan de sus proyectos en el colegio y sus amigos. Los nervios ya no están. Carme quiere estudiar diseño gráfico o periodismo, “quién sabe”. A Nerea le gustaría ser profesora.
El próximo año cambiarán de centro y quieren seguir con los talleres sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la red de embajadores de las Naciones Unidas llevan facilitando desde hace ya siete años en la Comunitat Valenciana, España.